A sus 60 años, Teresa González Arribas lleva media vida donando sangre; aunque no lo recuerda con exactitud, empezó a poner el brazo cuando tenía alrededor de treinta y, desde entonces, no solo no ha dejado de hacerlo, sino que acude puntualmente a donar las tres veces al año que puede. Y eso que durante sus primeros tiempos como donante de sangre no donaba siempre que quería porque «tenía la tensión baja», pero después aquello se reguló y «empecé a hacerlo asiduamente», recordaba este sábado poco antes de recoger la distinción que la acredita como Donante de Año 2023 por parte de la Hermandad de Donantes de Sangre de Ávila, que celebró su asamblea general en el Lienzo Norte y, como es su costumbre, reconoció a quienes más destacan de entre los suyos. «Es un orgullo recibir esta distinción», nos contaba Teresa, quien confesaba que ella no lleva la cuenta de las donaciones que acumula porque su única prioridad al regalar su tiempo y su sangre es «salvar vidas».
En similares términos se expresaba el presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre de Ávila, Alejandro Reveriego, quien subrayaba la frase que un día le dijo un joven abulense tras superar una leucemia: 'Por gente como tú, gente como yo podemos seguir viviendo', que los donantes adoptaron en seguida como lema. «Sin las donaciones de sangre se pararía la sanidad, se pararían los hospitales, porque aunque parece que los donantes somos invisibles lo cierto es que la sangre solo sale del brazo de la gente que dona altruistamente», reivindicó Francisco del Amo, presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre de Castilla y León.
Pese a ser imprescindible para el día a día en los centros hospitalarios, el pasado 2023 «no fue un año bueno» en cuanto a donaciones de sangre en la provincia de ávila, en el que hubo 105 menos que el anterior y también una cifra inferior de donantes (-693), según los datos que figuran en la memoria anual. Sin embargo, en este 2024 se ha logrado revertir esa tendencia y «superaremos al anterior en más de cien bolsas de sangre», afirmó Reveriego.
La Hermandad de Donantes de Sangre reconoce a los suyos - Foto: David GonzálezPrecisamente, el gran desafío que afronta la Hermandad de Donantes de Sangre, no solo en Ávila sino también a nivel regional, es atraer a los jóvenes a una causa que, en último término, es la de todos. Así lo admitió el presidente regional, Francisco del Amo, quien reconoció que «no es fácil implicar a la gente joven», principalmente por «el miedo a la primera vez» que, según confesó, él también tuvo en su juventud. «Yo pongo como ejemplo los empujones que me dio mi madre hasta que consiguió convencerme de que la acompañara a donar», confesó entre risas. «Para mí es un orgullo haber seguido sus pasos, pero ese miedo a lo desconocido» es infundado, aseguró, porque «el pinchazo que te dan para sacarte sangre es como el de la picadura de un mosquito».
Junto a Teresa González Arribas recibieron distinciones los donantes de sangre de Ávila y provincia que acumulan más méritos a la hora de donar. De entre todos ellos destacan los dos que llevan un mínimo de 80 donaciones y que, por ello, les fue concedida la insignia de oro con esmaltes: Óscar Carrera Gómez, de Ávila, y Urbano Gonzalo Domingo, de Arévalo.
La máxima distinción se otorgó a Juan Antonio Navarro Rodríguez, donante histórico, y a la Asociación Tiñosillos Avanzamos. Precisamente allí estaba el alcalde del municipio, Carlos García, a su vez presidente de la Diputación Provincial y también donante de sangre, que destacó «el magnífico trabajo que hace el tejido asociativo en colaboración con las instituciones para que se visualice la importancia que tienen esos 20 minutos en los que se llena esa bolsa de sangre para aquellas personas que la necesitan», afirmó.
En representación del Ayuntamiento de Ávila acudió a la asamblea la teniente alcalde de Empleo, Sonsoles Prieto, quien animó a la Hermandad de Donantes de Sangre a «continuar con una labor que salva vidas», manifestó.