Una «sinfonía del alma de Teresa de Jesús»

D. Casillas
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Luciano Díaz-Castilla inaugura mañana en el Palacio los Verdugo una exposición formada por un centenar de pinturas en las que explora la inspiración contemplativa de la mística abulense

Una «sinfonía del alma de Teresa de Jesús»

El pintor Luciano Díaz-Castilla inaugura este miércoles en Ávila, en el piso superior del claustro del Palacio los Verdugo, una exposición que cuenta con una especial significación para él, fundamentalmente porque tiene como protagonista única a su «amada» Teresa de Jesús y la enorme relevancia que todo lo relacionado con ella tiene para él, y también porque tendrá la singularidad de ser una muestra no temporal, como lo son la inmensa mayoría, sino permanente.

Esta exposición, que se inaugura el día 11 a las 11 horas, la llenan cien pinturas sobre papel que «una fundación con sede en Ávila ha querido donar a la ciudad», una colección englobada bajo el título 'Sinfonía del alma de Teresa' que «va a quedar de forma permanente en el Palacio los Verdugo».

Todas esas pinturas tienen a Teresa de Jesús como motivo de inspiración, y en concreto «su figura como ejemplo de contemplación, una forma de autoconocimiento que de alguna manera puede tener relación con el éxtasis que esa concentración provoca; Teresa contempla, y de la experiencia de su contemplación luego trata de escribir, pero a veces ella misma reconoce que es incapaz de escribir sobre aquello que he contemplado».

La exposición la conforman «50 figuras de Teresa en actitud contemplativa, y otras tantas pinturas en las que eso que ella ha contemplado es la expresión abstracta que yo he hecho; una y otra cosa van unidas, la contemplación de Teresa y la interpretación que yo he hecho de lo que ella contempla». Y a cada una de ellas la acompaña un texto, realizado ahora por Luciano Díaz-Castilla, que al tiempo que descriptivo es también incitador a la reflexión.

Muy original es la forma de colocar este centenar de pinturas para conseguir su mejor visión, cambio con respecto a los cánones habituales que se ha concretado en «un cuadrado que está la entrada y dos pirámides grandes».

Esta obra que ahora se convierte en exposición permanente, explicó su autor, «nació en el año 2012, fruto de las largas noches de invierno en las que, cuando escucho al silencio y pinto hasta altas horas de la noche surge eso que tú tienes dentro», formando un conjunto que «defino como una sinfonía, en el sentido figurado de armonía de colores».