Se abre camino a la Esperanza

B.M
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Desde la iglesia de San Juan salió la procesión con las imágenes de Nuestra Señora de la Esperanza y Jesús de la Salud

Eran las 19,00 horas y se abrían las puertas de la iglesia de San Juan. Era el  momento de la procesión de La Esperanza para quienes estaban fuera, porque los de dentro ya llevaban tiempo preparándose. «Tres largos años esperando honrar a quienes no están y hacer la estación de penitencia», decía el presidente de la hermandad ante un templo lleno de actividad, con capuchones y braceros mezclados antes de que cada uno se colocara en su lugar y junto a las dos imágenes que esperaban a ambos lados del altar, Jesús de la Salud y Nuestra Señora de la Esperanza. 

Era el momento de los últimos preparativos, retocar el atuendo y protegerse las lumbares antes del  momento de silencio y la oración en la que se recordaba el momento del Prendimiento de Jesús y el beso de Judas, lo mismo que relata el paso del Misterio. Y también fue el momento de que los hermanos mostraran su compromiso de dar testimonio de fe por las calles de Ávila, procesionar con actitud cristiana y ser ejemplo de Cristo.

Colocados en los pasillos y ya con las puertas de abiertas, se podía ver a las cientos de personas que rodeaban el templo, tras las vallas o subidos en las escaleras de San Juan. Móviles preparados para captar un bello momento de la Semana Santa de Ávila, la salida de los pasos de La Esperanza, desde el suelo o desde los balcones.

Se abre camino a la EsperanzaSe abre camino a la Esperanza - Foto: Isabel GarcíaEn los últimos compases dentro, el abrazo entre los braceros de ambos pasos en un gesto de hermandad.

Tras un «se abren las puertas del cielo», la puerta de San Juan se abría para dejar salir, primero al paso de Misterio. Salían los primeros hermanos y los representantes del Complejo Asistencial de Ávila, con el viceconsejero de Sanidad, Jesús García-Cruces, y la gerente de Asistencia Sanitaria, Isabel Martiño. Y midiendo milímetro a milímetro, salía Jesús de la Salud. Se escuchaban las órdenes del capataz, los braceros sacaban el paso a pulso y la imagen, poco a poco, se iba acercando a la puerta para escuchar los primeros sones de la Agrupación Musical Cristo Yacente de Salamanca, con el Himno de España. 

La imagen ya estaba fuera y los aplausos volvían. El capataz animaba a los braceros mientras se colocaban los respiraderos y los faldones y se escuchaba una saeta. Y, de nuevo, ánimo, en este caso para la levantá «por la gente que viene cada Lunes Santo» y para «repartir salud y esperanza». Y con la imagen al cielo comenzaba la procesión.

Después llegaría el turno del paso de Palio, que todavía se demoraría en salir y donde los braceros esperaban en la puerta, algunos con lágrimas en los ojos mientras veían marchar a Jesús de la Salud.

Para la Virgen se colocaron mesas a ambos lados de la puerta del templo y escaleras para subir. Los bomberos acompañaban a este paso cuando a las 19,45 horas, tres cuartos de hora después del inicio, llegaba el turno de la Virgen de la Esperanza. Primero salía el palio, que recogían los braceros colocados sobre las mesas y después, de nuevo con un gran esfuerzo físico, iba saliendo el paso de la Virgen. «Vámonos a la calle con la reina de Ávila», se escuchaba. Y de nuevo el Himno de España, tocado por Banda Santísimo Cristo del Amor de Córdoba, sonaba para recibir a la Virgen y colocarla mientras una nueva saeta era cantada. Con la imagen ya preparada, con sus respiraderos y los braceros en su interior, llegaba el momento de esa primera levantá, de recordar que estaban en la calle y que sacan la Esperanza para Ávila. «Vamos a saludar a la ciudad», decía el capataz, y «llevadla al cielo», continuaba, y así subía por primera vez la imagen, que todavía daba un momento muy esperado, girándose a ambos lados de la puerta, como en un baile, para saludar a los presentes. Después, a marchar, mientras se escuchaba el primer «¡Viva la reina de Ávila» y una intensa petalada cubría la imagen de la Virgen mientras la luz en el cielo iba bajando.

El inicio de la procesión siempre resulta muy concurrida por ser uno de los momentos más bonitos de la procesión, pero no el único puesto que hay varios saludos, el encuentro con el Cristo de la Ilusión y el paso por el Arco de la Esperanza, otro de los momentos más esperados, tambien con pétalos.

El recorrido procesional se realiza por el casco histórico de la ciudad, mientras se hace de noche, en una larga procesión que llena de Semana Santa el Lunes Santo.