Carmen Calvo, Nadia Calviño, José Luis Ábalos, Luis Planas, Reyes Maroto, José Luis Escrivá, Margarita Robles, Arancha González Laya, Juan Carlos Campo, María Jesús Montero y Fernando Grande-Marlaska. Once ministros (es decir, la mitad de los que forman el Gobierno) han desautorizado ya a su compañero de Gabinete Pablo Iglesias por su cuestionamiento de la normalidad democrática en España. Pero no son los únicos.
La asociación ‘La España que reúne’, presidida por el exdirigente socialista Nicolás Redondo, ha unido a cerca de 200 personalidades del mundo político, intelectual, académico, diplomático y económico para lanzar el manifiesto titulado «Cesar en la infamia», en el que piden al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, la destitución del vicepresidente segundo por sus polémicas declaraciones.
En el texto, rubricado entre otros por políticos como Felipe González, Cayetana Álvarez de Toledo, Manuel Valls, Joaquín Leguina o José Manuel García-Margallo e intelectuales como Fernando Savater, César Antonio Molina, Andrés Trapiello o Arcadi Espada, se recuerda que España «no había tenido nunca hasta ahora un dirigente que no creyera en la dignidad democrática de su país, y así lo aventara al mundo para afrenta de la ciudadanía y desprestigio del nombre de España». «Un gobernante que se pusiera al lado del crimen», llega a decir el durísimo documento en el que acusan al líder de Podemos de injuriar al país y de ser desleal no solo «con sus propios compañeros de Gobierno, sino también con todas las instituciones del Estado y con una inmensa mayoría de los ciudadanos».
Asimismo, rememoran otra polémica protagonizada por Iglesias hace escasas semanas, cuando comparó al expresidente del Govern Carles Puigdemont, huido de la Justicia, con los exiliados republicanos que tuvieron que abandonar España tras la Guerra Civil. Un símil que los firmantes tachan de «doloroso ultraje». En este sentido, arremeten contra la «torrencial chabacanería intelectual y moral que ha derrochado el señor Iglesias en su carrera política» y le acusan de ser «incapaz de comprender la importancia histórica» y de «despreciar la Transición». «Las bofetadas a las víctimas del terror y los halagos a los criminales forman parte sin sombras y ocultaciones de su escaso bagaje. Como en aquella ocasión en que, buscando el aplauso de los fanáticos, alabó la perspicacia de ETA, por haber sido la primera en darse cuenta de que nuestra Constitución del 78, mero papelito a su decir, no había traído ninguna democracia digna de tal nombre, avalando así implícitamente la larga historia de terror de la organización criminal», censuran.
Contra el presidente
En el manifiesto, los firmantes también arremeten contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por incluir al líder morado en su Gabinete «después de que durante la campaña electoral negara su intención de formar Gobierno con Unidas Podemos». «Bien, el experimento ha agotado su curso. Ningún logro se le conoce al señor Iglesias en el ejercicio de su cargo», exponen antes de solicitar al socialista el cese inmediato de su vicepresidente segundo: «La democracia española no se puede permitir la presencia de un pirómano en el Consejo de Ministros. Ante la Historia quedará la responsabilidad de quien lo nombró».
«Puñetera verdad»
Lejos de dar marcha atrás en sus declaraciones, el líder morado se reafirmó ayer en su posición de que hay situaciones que revelan que España es una «democracia mejorable» y se mostró «orgulloso» de decir la «puñetera verdad» desde dentro del Gobierno. Asimismo, subrayó que continuará haciéndolo -decir la verdad- a pesar de las «amenazas» y de que «moleste a señores muy poderosos»: «Es una obviedad».