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Poco después de las 12,30 horas de ayer , Cebreros inició uno de sus acontecimientos festivos más esperados, el desfile de carrozas y comparsas locales, que recorrieron la arteria principal del municipio al ritmo de las charangas y de otras músicas que acompañaban a cada grupo. La fiesta se apoderó entonces de una localidad que vive el Carnaval desde dentro, que lo ha celebrado siempre y que siente esta fiesta como propia. No en vano, el Ayuntamiento consiguió que fuera declarada de Interés Turístico Regional y ahora comienza a dar los primeros pasos para que sea declarada una fiesta de Interés Turístico Nacional. Al menos, así lo manifestaba el alcalde de Cebreros, Ángel Luis Alonso, quien aseguraba también a esta redacción que, a pesar de la crisis, cientos de personas, vecinos y visitantes tomaban las calles «porque el Carnaval lo hacen ellos, aunque el Ayuntamiento facilite y organice las cosas un poco». Cebreros huele a Carnaval. «Si te das un paseo por los rincones de esta localidad vas oliendo los bollos típicos y ya empiezas a prepararte para la fiesta». Los niños, días antes del comienzo del Carnaval juegan a ello y cuando llegan las jornadas carnavalescas, no hace falta decir nada más. Así se sintió ayer, cuando las 18 comparsas y otras tantas carrozas comenzaron su recorrido habitual hasta llegar a la plaza. Grandes y pequeños participaban en este desfile amenizado por animadas melodías. La selva de Cebreros, Los piratillas, Airosos abanicos cebrereños o Me lo quitan de las manos eran los nombres de algunas de las originales y trabajadas comparsas mientras que, en el apartado de carrozas, La granja escuela, Valla mierda, El autobús, Rusia en colores o Carrera hacia la fantasía hicieron, entre otras, las delicias de todos los visitantes y vecinos. La suerte está echada, aunque no se sabrá hasta el próximo domingo, 26 de febrero, día en el que se celebra el desfile provincial, el nombre de los ganadores en ambas categorías. Sin embargo, la imaginación y la destreza fueron protagonistas en una jornada soleada y de temperaturas frescas, aunque agradables. Sobre las 14,00 horas, las compartas, carrozas, charangas y público en general, se agolparon en la plaza que, tras el natural descanso para la comida, volvió a sentir el bullir de la gente. Sobre las 19,00 horas dio comienzo el baile del Corro, una tradición cebrereña que se conserva desde décadas y que congrega a centenares de personas. Los dulces típicos y los caldos de la zona hacen posible una jornada inolvidable. Tal es así que, el alcalde de Cebreros, que recordó cómo el desfile de Carnaval provincial viene desarrollándose de manera institucional desde hace 15 años, quiso agradecer a todos su participación. En la presente edición, la crisis ha obligado al Consistorio a rebajar los gastos (un 20 por ciento en los premios), «aunque hemos pedido la colaboración de los empresarios y comerciantes locales y la respuesta ha sido muy positiva». Además, Alonso no quiso dejar de elogiar el trabajo que realizan los grupos que participan en el Carnaval. Así se percibió en las calles cebrereñas durante la jornada de ayer.