Está siendo un verano difícil para Víctor Rodríguez, el joven piloto de Piedralaves. En lo personal y en lo deportivo.Y en ambos casos por un grave accidente sufrido el pasado mes de mayo en el circuito italiano de Vallelunga, donde fue arrastrado en una caída múltiple y arrollado por un rival. Por encima de la cabeza y el cuello le pasó un compañero, que no pudo esquivarlo. El resultado, un traumatismo craneoencefálico y torácico severo, siete costillas rotas y un neumotórax. Podía haber sido fatal. Esperaba recuperarse lo antes posible. «En un inicio esperaba que al mes siguiente pudiera ya estar compitiendo» recuerda estos días.Han pasado los meses y no sólo no ha podido volver a competir, sino que aún sufre las consecuencias del accidente –tiene pérdidas de memoria– y se ha quedado sin equipo, el 2R Racing Team, que este pasado mes de julio se ponía en contacto con él para prescindir de sus servicios.

«Me escribieron desde el equipo para decirme que habían encontrado a otro piloto y que pagaba dinero por subirse a la moto» explica Víctor Rodríguez en un movimiento que trata de asimilar. «Cada uno mira por lo suyo y este es un mundo en el que se mueve mucho dinero. Si llega un piloto que paga por correr pues... Si lo veo por esa parte es normal, pero las formas no han sido las mejores.No me han preguntado en dos meses por mi estado y me llaman para decirme que me han echado» relata en uno de esos episodios que saca la peor cara del deporte.

Fue un momento duro porque la llamada le cogió por sorpresa al abulense cuando precisamente quería forzar su regreso pese a que el médico «no me lo recomendaba». Con las costillas aún sin terminar de cicatrizar –«tenía que arriesgar, así es este trabajo»– el verdadero problema viene por su cabeza. Porque desde el accidente sufre procesos de amnesia. «Si sufría un accidente podía empeorar» señala ante las recomendaciones del médico en un verano en el que ha tenido que hacer muchos ejercicios de recuperación mental.

«No lo llevo mal» relata Víctor ante unos episodios de amnesia que por suerte van a menos. «Yo no me doy cuenta, siempre y cuando la gente que me rodea no quiera que me de cuenta. A veces puedo contar cuatro veces lo mismo porque creo que no lo he contado» ironiza cuando relata su situación. «La gente me miraba raro» se ríe. Fue complicado para sus estudios. «Creo que no he estudiado tanto en mi vida.No se me quedaba nada. Podía estar estudiando y de repente preguntarme qué asignatura tenía delante».

Sin equipo, a mitad de temporada y en pleno proceso de recuperación, «ya no tengo prisas.Tengo muchas ganas de montar, de correr pero si tengo que estar hasta final de año sin competir, lo estaré» apunta ante una situación difícil a presente y futuro. «Si cuando has sido campeón conseguir una plaza ha sido complicado, sin haber corrido este año va a ser muy difícil».