El ministro de Defensa de Rusia, Sergei Shoigu, ha confirmado maniobras militares cerca de la frontera con Ucrania, argumentando que son necesarias frente a los últimos movimientos de Estados Unidos y la OTAN y pese a que este mismo martes la Alianza Atlántica ha reclamado el fin de las "provocaciones".
"En tres semanas, hemos trasladado con éxito dos ejércitos y tres agrupaciones de las Fuerzas de Desembarco a las fronteras occidentales de nuestro país, a las zonas de los entrenamientos", ha dicho Shoigu durante una reunión con la cúpula militar.
El Gobierno ha atribuido este refuerzo a las acciones supuestamente amenazantes de la OTAN, en la medida en que considera que son Estados Unidos y la OTAN quienes están llevando a cabo "provocaciones", como ha apuntado el viceministro de Exteriores Sergei Riabkov.
"Si se agrava, nosotros, por supuesto, haremos todo lo posible para garantizar la seguridad propia y la seguridad de nuestros ciudadanos, dondequiera que estén", ha advertido Riabkov, según la agencia de noticias Sputnik.
Los pasos de Moscú coinciden con una reunión extraordinaria del Consejo OTAN-Ucrania con el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, en un nuevo encuentro que ha servido para escenificar el respaldo de la Alianza frente a la creciente amenaza de rusa.
Para el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, "el considerable aumento militar ruso es injustificado, inexplicable y muy preocupante. Rusia debe poner fin a este aumento, parar las provocaciones y desescalar inmediatamente", ha señalado Stoltenberg en una rueda de prensa.
Las Fuerzas Armadas ucranianas han denunciado este viernes una nueva violación del alto el fuego que teóricamente rige en las regiones separatistas del este. Al menos un militar ha muerto y otros dos han resultado heridos por este incidente, que se suma a otros recientes y que han elevado la preocupación en Kiev, según la agencia Ukrinform.
El político noruego, que ha expresado sus condolencias por las bajas de los últimos días, ha defendido la respuesta de la OTAN ante la actitud agresiva de Moscú, reiterando que tras el episodio de Crimea en 2014, la Alianza ha aumentado la preparación de las fuerzas ucranianas para fortalecer sus capacidades de Defensa. En esta línea se ha ofrecido a discutir maneras de apoyar más a Kiev ante las últimas tensiones con Rusia.
La OTAN ha realizado maniobras conjuntas, ha invertido más en Defensa y ha incrementado su presencia en la región del Báltico y del Mar Negro, ha enumerado el secretario general, para luego recalcar el apoyo a las reformas ucranianas que servirán para avanzar en su ingreso en la Alianza. "La OTAN está del lado de Ucrania", ha argumentado, al tiempo que ha insistido en la condena de la anexión ilegal de Crimea y respaldado la soberanía de Ucrania.
Ucrania no pertenece a la órbita rusa
Por su lado, Kuleba ha agradecido el mensaje de apoyo de la OTAN y que se haya convocado el Consejo de forma extraordinaria ante la escalada en el este del país. "Con este encuentro tratamos de evitar el error de 2014 cuando Rusia pudo actuar rápidamente en Crimea y el Donbás, mientras los socios occidentales consideraban sus reacciones. Rusia no cogerá por sorpresa a nadie más", ha señalado.
El ministro ucraniano ha aprovechado el encuentro con Stoltenberg para asegurar que Ucrania "no es parte de la órbita rusa". "Rusia debe entender que Ucrania pertenece al mundo democrático y occidental. Y Occidente no permitirá a Rusia que rompa la soberanía y democracia ucraniana", ha subrayado.
Kuleba, en el aspecto operacional, ha pedido medidas que prevengan nuevas acciones rusas. En concreto, ha citado posibles nuevas sanciones internacionales, que "eleven el precio de cualquier agresión rusa", o el apoyo directo al Ejército ucraniano para fortalecer su capacidad militar.
"Las medidas de las que hablamos puede parecer que tienen un alto coste. Pero el precio de prevenir siempre será más bajo que el precio de la guerra y de mitigar sus consecuencias. Es mejor actuar ahora para evitar que Rusia escale la situación", ha defendido.
Con todo, ha insistido en que Ucrania no quiere una guerra con Moscú, "ni plantea ninguna ofensiva, ni escalada". "Estamos comprometidos con los medios diplomáticos para zanjar el conflicto", ha explicado Kuleba y ha puesto de manifiesto que Kiev necesita apoyo concreto ante la amenaza rusa.