¿Sabes qué tienen en común una persona que supera una adicción y su terapeuta? Que una de ellas se ha preparado para ser fuerte, y puede enseñar a la otra cómo serlo también y superarse.
¿Te imaginas cómo te verá tu hijo cuando esté lidiando con algo que ni tú mismo eres capaz de enfrentar? Pienso en las personas que se vuelven egoístas intentando todo el tiempo que otros les entiendan en su dolor, que comprendan sus problemas y por qué todo se les está viniendo abajo. Pero también pienso que pueden ser una figura que se recompone de todo eso, el ejemplo que puede dar a otros la oportunidad de ser marcados para siempre. Creo en que podemos sacar fuerzas que ya no existen para hacer visibles resultados que parecen imposibles.
¿Cómo se hace eso? Creyendo. Creyendo en cuerpo y alma que la flaqueza puede ayudar a organizar algunos temas peliagudos que nos hayan estado sometiendo. La mente tiene una curiosa forma de llamar la atención de los demás. Bastan apenas unos días malos para no poder disimular que nos cuesta sonreír. También comemos mal y en mucha cantidad y engordamos, o dejamos de comer y adelgazamos. Creer que no se puede hacer nada solo empeorará las cosas. Entiendo que hay cosas que, sinceramente, escapan del todo a nuestro control, lo que no entiendo es que uno se deje abatir tanto como para no hacer nada con aquellas cosas por las que sí puede hacer algo. Puede que tu enfermedad no te deje apenas caminar, pero si puedes hacer algo por soportar y demostrar. Creo que muchas de las cosas que nos pasen no tendrán otra dirección que tomar, solo soportar y demostrar. Si eso es lo único que puedes hacer, entonces soporta y demuestra. Es duro estar enfermo, pero soporta y demuestra. Es duro no tener fuerzas para levantarte por las mañanas, pero más duro es excusarte en que las cosas son así y tienes todo el derecho a estar semanas y meses desanimado. Soporta y demuestra.
Demostrar no se trata de hacer ver a la gente lo fuerte que eres con la finalidad de impresionar. He visto a algunos fingir que nada les importa para obtener la aprobación de los demás, pero que a la mínima se tambalean en cuanto una situación real les pone a prueba. Es una estrategia nefasta porque les presenta como individuos que se preocupan por la aprobación del grupo, no por enseñar nada. A los que me refiero yo, a los que enseñan algo, no lo hacen para buscar un aplauso fácil sino porque si no hay alguien que demuestre cómo mantener la integridad en los momentos más duros, la integridad en quienes le sigan se irá perdiendo a favor de comportamientos y un carácter débil y proclive a enfermedades de orden psicológico.
Quien pueda ser fuerte y demostrarlo, que lo sea y que lo haga. Que no trate de esconderse porque otros le rechacen y señalen. Si alguien puede ofrecer, aunque sea un poco de esperanza cero que tiene todo el derecho e incluso la obligación de hacerlo.