Para hablar del amor bastaría con decir que es una de la fuerza que debería mover el mundo. Por experiencia sabemos que pocas cosas son capaces de hacer vibrar las fibras profundas del ser humano, el amor es una de ellas. Platón, el primer filósofo que reflexiona a fondo sobre este sentimiento, nos dice, que nos incita a ver a las personas con una riqueza subjetiva que se capta mediante los afectos. Por eso el conocimiento de los demás esta siempre coloreado con sentimientos diversos, aprecio, desprecio, amistad, o indiferencia, admiración o envidia. Los afectos son variados, pero una es la más radical y esencial de todos, el amor.
El amor siempre protesta contra la muerte, y es capaz de decir "es bueno que existas" "yo quiero que existas" y es que solo sintiéndonos amados conseguimos existir del todo, arropados, donde la sensación es sentirse parte del todo, y especialmente del mundo. Por eso con este sentimiento tan necesario, nos sentimos insustituibles, es la mejor forma de pisar terreno firme, y sentir la felicidad, es intrínsecamente constitutivo en la personalidad humana, sentir el amor. En muchas ocasiones decimos que no podríamos vivir sin la persona amada, que ella es la razón de vida.
Con lo cual en el enamoramiento somos sujetos y pacientes de los sentimientos, pero también de un proyecto voluntario, capaces del compromiso libre, esfuerzo y sacrificio. La fórmula del amor no es, "yo te quiero por ser como eres" "y, mientras seas así" pero cuando el amor termina ¿desaparecen ciertas cualidades? belleza, juventud, éxitos… ¿eso quiere decir que no existieron nunca? Sin embargo, el amor florece cuando las mencionadas cualidades existen, y luego se afianza en el centro de la persona que posee estas cualidades, y debe permanecer cuando esos encantos desaparecen. Pues amar quiere decir aprobar, y aprobar significa dar por bueno como somos.
La amistad también es una forma de amar, tal vez la más libre noble y desinteresada. La amistad además de algo hermoso es necesaria en la vida. Amistad del latín "amicitos" alianza, afecto personal, puro y desinteresado, reciproco que nace y se fortalece con el tiempo. Con la amistad debemos aprender a ser tolerantes, ha entender la libertad del otro, y respetarla, respetar sus estados anímicos, como también sus desalientos ante la vida. La generosidad es en la amistad el gesto más cercano al amor. En definitiva, la amistad se cifra en un crecimiento moral en cooperar, la cooperación implica la igualdad, que es característica de la amistad, la intención de otro se incrementa en tanto que es común, de manera que los amigos se ayudan en dicha tarea, y no sólo en remediar las situaciones desgraciadas. Santo Tomás sabe que la justicia y la caridad son distintas, sostiene, sin embargo, que la amistad sin justicia es disolución y la justicia sin amistad (o misericordia) es crueldad.