Comienza el verano, y lo hace entre tapas, solidaridad y mucha música, como la que este domingo llenó plazas y calles de la ciudad para conmemorar el Día Internacional de la Música. Un gran acontecimiento que en una ciudad como Ávila cobra un sentido especial, y que es que la fusión de patrimonio con cualquier actividad cultural que se desarrolle al abrigo del incomparable marco monumental que ofrece esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad hace que brille de una manera espectacular. Y este domingo la distintas propuestas musicales que se celebraron con motivo de esta jornada permitieron que se diese una nueva dimensión al hecho de pasear por la ciudad.
Como también es impresionante ver a Ávila con ese ambiente que se genera con la celebración del certamen gastronómico Ávila en Tapas, todo un acontecimiento en el que la tapa adquiere su mayor efervescencia y que genera un movimiento que tantas veces se echa en falta durante muchos meses del año.
Y qué decir de la respuesta solidaria que, año tras año, demuestra la sociedad abulense ante la llamada de Pronisa para sumarse a su Gran Marcha por la Discapacidad. Otro gran acontecimiento que es santo y seña de una ciudad inquieta, que muchas veces necesita que se le de ese impulso para que se reactive y saque lo mejor de sí misma.
Tres grandes acontecimientos para un domingo radiante, que marcaron el inicio de una estación a la que muchos abulenses tienen asociado la marcha hacia otros lares para disfrutar de un merecido descanso. Pero que también representa el inicio de una temporada en la que esta ciudad ofrece lo mejor de sí mismo para acoger a un turista y a un visitante que está deseoso de encontrarse con lo mejor que puede ofrecer esta tierra. Y es que quien tuvo la oportunidad de visitar la ciudad este domingo pudo encontrarse con una ciudad que emana vitalidad, con múltiples opciones para disfrutar de una jornada repleta de opciones para sentirla y vivirla. Ojalá ese ambiente no fuese una sensación que nos queda a los abulenses como algo temporal, y pudiésemos tener esa sensación de que es algo que permanece en el tiempo. Pero para ello es necesario crear una oferta que siga llenando espacios y tiempos que sean capaces de atraer la atención de abulenses y visitantes de una forma más permanente.