Ricardo Guerra Sancho

Desde mi torre mudéjar

Ricardo Guerra Sancho


La imagen que Isabel veneró en Arévalo

04/02/2025

En escritos anteriores hemos visto diversos momentos de aquella infancia arevalense de la infanta de Isabel, de la educación recibida, por los preceptores que el rey Juan II dictaminó en su testamento, por el ambiente familiar que se respiraba en las Casas Reales o Palacio de los Trstámara en Arévalo, y también la importancia de la influencia de los Franciscanos del convento de San Francisco de la Observancia, extramuros de la antigua villa.
La imagen que se venera es un tema que habitualmente llama la atención de nuestros visitantes, quieren ver la Virgen a la que Isabel tenía tanta devoción que la llevó consigo y entronizó en tantas villas y ciudades andaluzas en el último empujón de la reconquista 
Echemos la mirada al origen de esta devoción que en Arévalo prendió con tanta fuerza que pronto fue una devoción popular y que recibía la veneración del pueblo arevalense, el de la villa y el de la tierra, y aún de poblaciones comarcanas más lejanas…
Esta devoción popular y medieval tiene su origen en Herford, (Paderbom), 1011, un punto perdido cerca de Hannover, Alemania, que pronto se extiende por toda Europa y el pueblo la hace suya con gran devoción. 
Poco después de la fundación del convento de los Trinitarios, Redención de Cautivos, s. XIII, en su iglesia conventual ya había una capilla del la Virgen de las Angustias. A ella rendían tributos de guerra los soldados que regresaban de las campañas de la reconquista. Y pronto también encontramos asociada otra capilla, la de las vigilias o del Cristo de la Agonía. Ambas capillas eran muy visitadas por los fieles devotos.
Mediado el s. XVII se construye una capilla nueva en un espacio hacia el campo pegado al muro sur del convento. Una nueva capilla mas capaz para acoger esa devoción que despertaba la imagen de la Virgen Dolorosa, la de las Siete Angustias. Y Medio siglo después se la añadiría un camarín, sacristía y sala de juntas pegado a la capilla. Y fue enriquecida adornada al estilo barroco, de ello tenemos abundantes datos. 
Con la Guerra de la Independencia aquello sufrió el espolio y la destrucción por la tropa gala, y poco después la imagen rescatada y la cofradía continúan sus cultos en el Monasterio de Santa María la Real, de monjas Bernardas, una nueva época para una continuidad y veneración histórica y un nuevo culto popular. El año 1975 dejó la iglesia de El Real para pasar definitivamente a una capilla de la parroquial de Sato Domingo de Silos, donde ahora está.
Frecuentemente, cuando algún grupo de visitamos, en la iglesia parroquial de Santo Domingo de Silos, donde se encuentra la imagen de devoción popular y les mostramos nuestra imagen de la Virgen de las Angustias, quedan algo perplejos, y rápido alguien pregunta si es esta la imagen que veneró Isabel.
Pronto también les decimos que no, que esta imagen actual es de mediados del s. XVI, y que sustituyó a la anterior, la de Isabel, quizás por el cambio de gusto estético o por deterioro de la antigua imagen que sería, por hacernos una vaga idea, como esas gótico-flamencas de la época, de las que aún conservamos algunas, muy bellas, como la denominada "Virgen del Mar" de Madrigal, porque la encontraron en el mar y se la dieron a Fernando el Católico, que a su vez la deposito en aquel venerable convento donde tenía dos hijas naturales. Sería semejante también a la Piedad de Barrientos de Medina del Campo, o la Dolorosa de San Gregorio, del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, o la Piedad, Simón de Colonia, s. XV. Museo Diocesano de Valladolid. Eran de ese estilo las imágenes de la época de Isabel. Ella misma era muy aficionada a la pintura flamenca.
La nueva imagen, es decir, la actual, es una imagen bellísima, de vestir y Cristo Yacente, muy característica de esas imágenes de devoción que conmueven. Según dicen los historiadores expertos, quizás sea de las primeras vírgenes de vestir a la moda europea y son el inicio de muchas otras.
En el libro de la Virgen de las Angustias de Arévalo, del que soy autor, entre otros hay un capítulo en el que se trata sobre la imagen venerada arevalense, con un estudio histórico-artístico, una colaboración de la historiadora Mª Carmen Martín Alonso, que es sumamente elocuente, de la evolución artística e iconográfica de estas imágenes. 
Desde la Virgen Dolorosa medieval, pasando por la Quita Angustia hasta quedar fijada su iconografía en la tradicional devoción popular de la Virgen de las Angustias, mucha ha sido la evolución, se le añadieron el corazón traspasado por los puñales, que es como hoy la conocemos. Ella y yo mismo, siguiendo la obra de Parrado del Olmo, vemos la atribución al escultor Pedro de Salamanca, uno de los más destacados seguidores de Berruguete en la destacadísima Escuela de Ávila, que recoge el testigo de Juan Rodríguez y Vasco de la Zarza.
En el archivo de libros de la cofradía, que están depositados en el Archivo Diocesano de Ávila, hay un precioso grabado del s. XVI en el que está la Virgen, sin Cristo Yacente y aparecen los cuchillos en una aureola con la escena o dolor correspondiente a los siete dolores de la Virgen. Es un grabado de 1581 del autor Iheronimus .w.fe, publicado por Háns Van Luÿck ec. 
Sean estos artículos un preámbulo o preludio de recuerdo que nos preparen al gran momento de la imposición de la Medalla de Isabel a nuestra venerada imagen de la Patrona de Arévalo y su Tierra. Otro hito en nuestra historia mariana, la de nuestra Virgen de las Angustias… "…de Arévalo tus hijos, llenos de amores…".