La vida realidad viene recogiendo los hechos que recogen la vida de cada día, de las familias, lo que ha ocurrido, las experiencias y crónicas en verdad entregadas a las nuevas generaciones;  para que no se nos olvide transmitir lo que ha sido real en casa, familia, barrio, ciudad y en el lugar que la vida social nos entrega: como capítulos inalterables del valor cultural, histórico, material e inmaterial en la vida de cada día en convivencia dentro de nuestra comunidad local tomando los apuntes de la historia en la verdad de cada día en convivencia.
En  nuestra Nación y que es nuestra y de verdad, tan real como que cada día vamos dejando nuestra presencia y convivencia solitaria y con los vecinos, los presentes y los que nos han precedido en su llegada a las estrellas del cielo tan brillante y tan luminoso y hasta borrascoso del día por vivir en paz, en la dignidad humana y filosófica que merece la vida desde su inicio hasta su fin de natural, con el derecho a los cuidados y cumplimiento de la Justicia Social que recoge la Constitución de la Concordia social y de España, en sus contenidos sociales.
En el afán de cada día vamos dejando los apuntes tomados para recordar que seguimos siendo españoles, seres vivos y con nuestras vidas da de cada día…, y a lo que vamos: que no necesitamos que nuestra soberanía se troce por intereses del todo por la pasta, ni por el poder, ni por la segregación: que lo importante es que la acción política tenga los pies sobre el suelo y en la economía de llegar a fin de cada mes en familia y seguridad social y ciudadana; que las cosas del vivir en dignidad ciudadana se recogen en los apuntes tomados desde el lugar del pueblo y comunidad en vida ciudadana, hasta el común de los ciudadanos españoles soberanos y políticamente dueños de nuestra soberanía en derechos, obligaciones y territorio e historia que lo recoge en sus apuntes de la verdad, hasta del presupuesto familiar.
También vamos recogiendo y dejando los apuntes que destacan el compromiso por la paz y de la superación de los cainitas totalitarios de la historia, que aparecen de vez en cuando en la historia real, la nuestra y de las naciones de nuestra cultura tan nuestras, que nos reconocen como inigualables siglos tras siglos y que las nuevas generaciones tienen el derecho a conocer en una vida en paz social de la nación española, en nuestro Estado de las Autonomías,  que deben engrandecer y entregar a la ciudadanía soberana de la Nación. Son  siempre necesarios los apuntes de la vida real y a vuela pluma también. Tenemos la fuerza social y democrática que es más importante que la rimbombante de las fotos del poder y sin necesidad de cabezas de chorlito en estas cosas, por la importancia que tiene seguir en paz sin enfrentamientos, ni divisiones que puedan iniciar enfrentamientos y sin presencias de veletas cerebrales, que según los aires diseñen borrar los apuntes de autor  y según dispongan sus tiempos cambiarlos por vueltas al programa de su diseño de la convivencia, que debe cumplir con el imperativo filosófico y político y constitucional que debe respetar la Concordia constituyente,  que ha convertido en real el compromiso político por la convivencia de todas las opciones decentes y responsables y españolas. 
Los apuntes de las Lecciones de la Concordia superan todo prejuicio político y religioso, y tanto y tan bien que llevamos ya unos cuantos y provechosos años en que la mayoría de la edad política nos enseña que la soberanía no se trocea por los ambiciosos del poder y de hacer caja, contando con los apuntes de que la historia de los hechos de la convivencia debe respetar compromiso por la paz y la convivencia, que recoge el manual de la Concordia Art. : 1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. 2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. 3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria. Y Art. 2: La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.
Los apuntes de la historia van recopilando los puntos de interés de la vida diaria, en la grandeza cotidiana de la Nación y en el respeto de divisas e ideales sociales (ver Diccionario RAE) que una sociedad democrática admite. Son notas que ayudan para seguir defendiendo la historia social y política, facilitan la vida de los ciudadanos por el camino de la convivencia y la defensa de nuestra identidad. La historia real siempre se revela en las crónicas de familia, se hace cotidiana en la prensa libre y con carácter,  sin lavado oficial; es natural en la libertad constitucional y en los apuntes de la verdad que sumar entre todos en respeto, político y social de cada quien y cada cual, por tenernos soberanos todos, en respeto de la Constitución y sin choteos dialecticos; por encima de sectarios de su única historia como verdad oficial, en su afán de pastorra que nos puede costar las cosa de reinterpretar la Constitución, borrar apuntes de la realidad social y política, con que es un tesoro en la vida de la de mocrática: superación de los errores de la convivencia, tras milenios de formación de nuestra Nación, ¡inigualable e insuperable en todos los tiempos del mundo mundial! ¡Ea!