Pilar Álvarez

Lo social

Pilar Álvarez


Armonía y valores

22/05/2024

Fundamental para el bien común es la armonía voluntaria, no impuesta ni obligada, sino fruto de la espontaneidad de las personas que trabajan por el bienestar común, para no perder el equilibrio, tanto personal como social. Con ello la ciudadanía no sufrirá los torbellinos de la violencia ni las tensiones sociales. A nivel individual, la persona se hace grande, cuando cada uno de sus actos emana dignidad, amabilidad, lealtad, solidaridad, es amigo… y está unido con la templanza y óptima educación y madurez consolidada, dando el punto esencial de armonía, entre intelecto y carácter. Cuando entablamos la    comunicación con otra persona, la primera premisa es aceptar la dignidad de esta persona como tal, sin prejuicios ni discriminaciones, y entender que puedan tener pensamientos y opiniones distintos a los nuestros, entendiendo ésta como una actitud positiva en nuestra relación con los demás.
Hoy todas las empresas ponen la mirada sobre estos y otros valores, que deben acompañar al personal contratado, tanto para la convivencia interna, como externa, esta ultima con mas hincapié por la diversidad social. La polémica sobre el valor de los valores ha estado siempre abierta, pero quizás ha sido nuestro siglo el más arriesgado a la hora de quitarlos del medio. ¿con que resultado? se ha reconocido que la ridiculización, de los valores ha exigido un alto precio, demasiados trastornos tanto personales como sociales. Hay que cuidar la frase que decía (Einstein) Hacemos hombres sin corazón y esperamos de ellos virtudes. 
Todo lo expuesto nos lleva al compromiso de ejercer en nuestra vida cotidiana, algunos valores que estén a nuestro alcance, dado que el bien común somos todos. En esta bella ciudad Ávila, donde hasta ahora disfrutamos de cierta empatía social, nos encontramos con personas consideradas que favorecen en todo lo posible nuestra convivencia. Personalmente no soy nada novelera en cambiarme de identidades…se que muchos empleados no están ya próximos a resolver mis pequeños problemas, sin embargo, los sigo apreciando, por todo lo que me aportaron, y sobre todo porque me conocieron. Algo que personalmente me gusta. Al mismo tiempo acojo con admiración al personal nuevo, dado que es la misma que recibo. Les aseguro que el ser humano me sigue sorprendiendo, quizás son esos que no olvidaron los valores, el respeto a la edad de los mayores, y sus despistes, así como la falta de memoria, las dificultades con las nuevas tecnologías, etc. y sin dejar de tener que dar resultados económicos en su desempeño, miran con admiración a sus semejantes, el cliente. La ventaja de vivir en Ávila solo lo sabemos los que vivimos en ella. El hecho es que también influye en mi pensamiento y sentimiento, el empeño por mi parte, la practica de los valores, y el arte de dar los pasos oportunos para conseguir con prudencia la armonía, en el conjunto de la ciudad donde vivo.

ARCHIVADO EN: Ávila