Al principio, nada hacía presagiar que el mes de abril terminaría convirtiéndose en uno de los más secos en ochenta años de mediciones meteorológicas en la capital abulense. Sin ir más lejos, el pasado año por estas fechas iban acumulados en abril más de setenta litros por metro cuadrado, cuando en este que termina no se ha llegado a los 16, a falta de las anunciadas nevadas de las dos últimas jornadas de hoy y mañana, que se anuncian con precipitaciones en forma de nieve.
Los caudalosos ríos Adaja y Chico se fueron hinchando gracias a las atípicas precipitaciones del pasado marzo, apoyadas por lo caído en la última semana de febrero, hasta llegar a desbordarse en el parque de El Soto. Presentaban así un aspecto muy beneficioso para el abastecimiento de la ciudad y para humedecer con cierta insistencia las secas tierras del Valle Amblés.
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