El pasado día 12,
que era el día de la Ascensión,
en la esquina de la Hispania
Catalonia celebró
unos reñidos comicios
que causaron gran furor.
A tal festa en Catalonia
todos ficiéronle honor,
mas fue el partido de Pedro,
quien de verdad "ascendió".
Tal como doña Penélope,
bien transida de emoción,
con eco a bombo y platillo,
en los Óscar anunció:
—¡El ganador es… Pe… pedrooo…
—aplaudan más, por favor—.
—¡Don Illa, qué maravilla!
la Catalonia exclamó.
—¡Pa gobernar Catalonia,
Illa, illa, es el mejor!
—¡Abajo independentistas,
que nuestra Constitución
ya tiene quién la proteja,
ya tiene buen Salvador!

Mas aunque salvador fuera
el que más votos sacó,
tiene en el aire el gobierno
y dura negociación…
¿Qué le ordenará el okupa
del Palau de La Mont Cló?
¿Qué más trolas tramará
quien tantas trolas tramó?

Por fin cumplióse la encuesta
que el Tez Anos cocinó
no sé si en una sartén,
o en tartera, o en perol.
Al final  ¡ya era hora!
el pobre Tez acertó,
aunque algunos vacilaban
quel Pedro  iba de farol
y que en la rúa catalana
sufriría gran tropezón.

El segundo en la carrera
quedó el señor Pis del Mont,
ese que se fue pitando
en un coche a Guaterló
como alma que lleva el diablo,
muy corrido y muy veloz
y ahora vuelve por La France
como un nuevo "Salvador"…
¿Y qué fue de Aragonés,
—catalán, no de Aragón—?
Con el rabo entre las piernas
Pere, hundido,  se marchó
y, después de los comicios,
en catalán dijo: —¡Prou!
—que quiere decir "ya basta"
traducido al español
o "estoy hasta las narices
del Illa y del PisdelMont".
En su yunque don Yunqueras,
también, casi, se aplastó…
¡Pobrecitos ERRECÉS,
qué sonoro coscorrón!

Tras el "descenso" de estos,
el otro que celebró
que era fiesta de guardar
y era el día de la Ascensión,
—y por tener mucha fe,
de verdad él ascendió—
fue un tal Alex del Pepé,
el partido de Fé y ¡Jó!
¡Ascensión morrocotuda,
pues escaños triplicó,
y donde antes tenía tres
ahora tiene quince… ¡jó!
¡Vaya forma de ascender!
¡Qué popular subidón!
Pisándole los talones
detrás llegan los de Vox,
los Comunes de La Yoly
que, más que SUMAR, restó.
Y los pobres Ciuda-dadnos,
—descansen en paz, por Dios,
que no levantan cabeza
y, en buen latín, "mortus sont"—.

En los señalados días
que Catalonia votó
aún más cosas sucedieron,
y aquí vos las cuento yo:
Hizo de nuevo el ridículo
la "Zorra" en Urovisión
y, aunque era muy avispada,
ni una gallina zampó.
En el Congreso, la presi,
doña Francinar Mengol,
no se libró, en la su cámara,
de una nueva comisión.
Las monjas de Belorado
proclaman la sedición
y al arzobispo de Burgos
no admiten como "pastor".
El Madrid, otro año más
de la liga es campeón.

Mas esto no acaba aquí:
Los políticos, qué horror,
seguirán dando la lata
durante un mes o dos,
pues llegan las Uropeas
y, de nuevo, votación.
¡Dios nos pille confesados!
¡Socorro, un nuevo tostón!