En 1883, la Casa Revenga o Palacio de los Serrano acogió la Audiencia de lo Criminal abulense, hasta que las dependencias resultaron insuficientes. En 1897 se alquiló para ella el edificio de los marqueses de la Laguna y duques de la Roca, en la plaza de la Santa.
El 30 de abril de 1945, en la Diputación de Ávila se firmaba la compra por la Diputación y el Ayuntamiento abulenses y la cesión al Estado del edificio de la Audiencia Provincial, ante el notario de Ávila, Ildefonso Barrios Llamas. Era el palacio del S.XVI de Blasco Núñez Vela, primer virrey del Perú, padrino de bautismo de Teresa de Jesús, y con quien varios de sus hermanos partieron a América. El edificio había sido declarado monumento arquitectónico-artístico el 23 de junio de 1923.
A la firma asistieron el presidente de la Diputación, Francisco Ángel Abella Martín; el presidente de la Audiencia, Julio González Barbillo, representando al ministro de Justicia; el alcalde de Ávila, José Tomé Bustillo, y los representantes de la propietaria del inmueble que otorgaba la venta, la marquesa de Requena. Fueron obsequiados con un vino español.
Tiempo después, el alcalde de Ávila y los presidentes de la Diputación y de la Audiencia Provincial se trasladaron al Ministerio de Justicia para entregar al ministro Eduardo Aunós la escritura de donación del edificio al Estado. Las obras para convertirlo en Palacio de Justicia comenzaron el 21 de junio de 1945.
El 12 de junio de 1948, a las once y media, el ministro de Justicia inauguró el Palacio de la Audiencia, acto que apareció en el NO-DO. Fue recibido en los límites de la provincia por los gobernadores civil y militar, el fiscal de la Audiencia Provincial y el teniente coronel jefe de la Guardia Civil. El ministro entonces ya era otro, Raimundo Fernández Cuesta.
En la Plaza de la Santa se incorporaron el resto de las autoridades: Obispo, presidente de la Audiencia, alcalde y presidente de la Diputación, con las Corporaciones bajo mazas. La Comunidad de padres Carmelitas mostró al ministro la capilla de la Santa. Desde allí se dirigió al Palacio de Núñez Vela.