La Semana Santa de Ávila ya está en marcha. Con tres jornadas espléndidas (Viernes de Dolores, Sábado de Pasión y Domingo de Ramos) que han permitido que las procesiones programadas se hayan podido desarrollada con normalidad. Llega el Lunes Santo y todas las miradas se ponen en el cielo. Amenazante, con unas previsiones que no son nada halagüeñas, pero los patronatos, hermandades y cofradías que tienen por delante toda esta semana para dar visibilidad a su trabajo confían hasta el último instante en que su estación penitencial, esa que llevan preparando con mimo y con esmero a lo largo de todo el año, pueda salir a las calles de Ávila. Para que puedan mostrar y exteriorizar ese espíritu que emana de esta Pasión de Ávila, que le ha llevado a ser declarada de Interés Turístico Internacional. Palabras mayores. Un reconocimiento logrado por el trabajo, el sentimiento, la devoción… de muchas generaciones de abulenses, cada uno desde su cofradía, y que unidos todos, aportando cada uno lo que lleva dentro, han contribuido a que esta manifestación de fe haya adquirido la dimensión que hoy tiene. Y que debe seguir creciendo.
Y todo ello ha sido posible, insisto, gracias a la unidad de acción, porque la Semana Santa de Ávila hoy en día no puede entenderse sin mirar a ese gran conjunto de estaciones penitenciales que se han conformado desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección, y todo lo que se ha creado a su alrededor, con pregones, con exposiciones… Por eso, uno no acaba de entender que aún hoy en día haya que apelar a la unidad de acción, a caminar todos en la misma dirección, cuando esa debería ser una asignatura que ya debería haberse superado hace mucho tiempo. Y por eso también habría que ser receptivo para acoger a todo aquel que esté dispuesto a sumar, a seguir trabajando para continuar engrandeciendo esta Semana Santa. Sin perder su esencia, pero dejándola crecer para enriquecerla.
Ávila, y los abulenses, ha trabajado y trabaja mucho para que su Semana Santa tenga ese reconocimiento internacional. Y estoy seguro de que lo seguirá haciendo para fortalecer uno de los grandes acontecimientos que tiene esta tierra. Pero debe hacerlo sin que se genere el más mínimo atisbo de duda sobre lo que representa y lo contribuye a esta ciudad.