Francisco I. Pérez de Pablo

Doble click

Francisco I. Pérez de Pablo


Hoy es Nochebuena

24/12/2024

Esta noche todas las familias celebran la nochebuena (la del nacimiento, por eso denomina así). una cena más abundante de lo normal, donde aparecen viandas especiales. Sopas o consomé que no son de sobre, algunos mariscos y pescados, carnes y asados que dan paso a los turrones y postres diversos algo más elaborados, dentro de una casa adornada de pleno ambiente navideño. Sinónimo de felicidad, ya que propicia la unión y el reencuentro con familiares y amigos. 
Es el momento del año en que surgen y afloran sentimientos y emociones, que, en ocasiones, pueden resultar contradictorios. No quiero dejar pasar más líneas de esta columna para acordarme especialmente en esta noche de aquellos -hombres y mujeres- que están viviendo su propia y particular lucha con su cuerpo y sus células. No está siendo un año especialmente benévolo donde se han ido acumulando esas noticias – mazazo- de gente cercana o amiga, pero también de otros muchos desconocidos, y es que el "bicho" no distingue ni colores, ni ideologías.  Para todos ellos que demuestran una alegría y confianza insuperables, esta noche que suene con más aliento el villancico más famoso de los que se conocen, Noche de Paz. 
Entre plato y plato la esperanza va tomando fuerza. Un mejor porvenir, sueños y proyectos que dan sentido a la vida. Junto a esos momentos de alegría y amor que cada cual expresa de maneras diversas. También es posible sentir tristeza por esas ausencias de seres amados – la silla vacía-.  Nostalgia que produce disconformidad e incongruencias internas que se traducen, para muchos, en un malestar cuyo síntoma más característico es la tristeza y cierta apatía, lo que provoca que muchos se sientan obligados a ir con emociones maquilladas, exteriorizando sonrisas y alegrías cuando por dentro sienten todo lo contrario. No es cuestión de consejos y la nochebuena también deber servir para acompañar sin juzgar esos estados emocionales.
En Ávila, no tenemos muchos días buenos –lo dejo para después de navidades–, pero sí la nochebuena, que es diferente. A falta de nieve (el agua sigue siendo un problema no resuelto) el frío sustituye esa necesaria sensación de calor y confort característica en esta vigilia.  El encanto de una ciudad en la que la mañana se dedica por lo general a disfrutar de ese cielo azul donde brilla el sol radiante al que sigue la tradición de visitar los muchos belenes que instituciones, entidades e iglesias han colocado en sus estancias y patios renacentistas (los belenes napolitanos representaban las costumbres y vestimentas locales e incluían a personajes populares de la ciudad). Las figuras, el musgo, el corcho, el pesebre, la paja, los animales…. recrean en una sola y amplia dimensión un misterio mezclando lo sagrado y lo profano y que en sus orígenes iba dirigido a evangelizar a las personas analfabetas.  Esta noche es nochebuena y mañana Navidad.