El 18 de octubre de 2009, coincidiendo con el centenario de su muerte, era beatificado por Benedicto XVI quien fuera obispo de la Diócesis de Ávila de 1882 a 1886: el burgalés Ciriaco María Sancha y Hervás, conocido como "el Padre de los Pobres".
El obispo Sancha también está ligado a nuestra provincia por las ruinas del Convento de Nuestra Señora de los Ángeles que aún se conservan en la localidad de Tiñosillos.
El prelado impulsó la creación del convento, que sería la primera Trapa femenina de España. En sus viajes a Francia, Ciriaco Sancha había visitado en las proximidades de Toulouse el monasterio de monjas cistercienses de Blagnac y el de monjes de Santa María del Desierto, y admiraba la vida sencilla de oración y laboriosidad de las comunidades benedictinas. En Francia acababa de surgir la Orden renovada, y el obispo de Ávila decidió implantarla en España, eligiendo Tiñosillos, que en ese momento dependía de la parroquia de El Bohodón.
En terrenos adquiridos a tal fin se colocó la primera piedra el 10 de julio de 1884. La vida conventual comenzó el 5 de octubre de ese año con una comunidad de 24 monjas de la Orden de San Benito, realizándose la inauguración oficial el 4 de enero de 1885, y procediendo ese día a bendecir la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles, advocación del cenobio. La primera abadesa fue Luisa Fernández Barbot. El convento no exigía entregar dote al ingresar, como era requisito común en otras órdenes religiosas.
El trabajo de la tierra del lugar por las monjas tuvo espléndidos resultados, con la canalización del agua y la construcción de parterres en el jardín. En las visitas del obispo, él se sumaba humildemente a las labores de labranza. Además, las religiosas del convento confeccionaban velas, para procurarse ingresos con los que subsistir y no depender tanto de donativos o benefactores.
Pero todo cambiaría súbitamente cuando el 19 de abril de 1886, el obispo de Madrid-Alcalá, Narciso Martínez Izquierdo, moría tiroteado, y el prelado de Ávila era elegido para ocupar su puesto. El 15 de agosto de ese año, Sancha dejaba la Diócesis abulense.