José Ignacio Dávila

Pensando

José Ignacio Dávila


Desde el principio

23/11/2023

La historia real de las cosas que nos pueden perjudicar la convivencia, en la paz social y ciudadana, hasta en las opciones políticas, se recogen en la memoria personal, familiar, colectiva y social, como lecciones que nos ayuden en la construcción y presencia de una sociedad de todos para todos. Desde el principio del valor que tiene una vida en paz, en una Nación occidental con tanta historia como la nuestra.
La construcción de una sociedad que desea ser Nación inseparable de su historia, en interna paz para proteger a todos los españoles y Pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones. Desde el principio del Preámbulo de nuestra Constitución.
Nuestra presencia entre las naciones de nuestra cultura europea, que nos reflejamos en nuestra Unión Europea, de la que somos parte y nos contemplan desde el principio de nuestra entrada, es respuesta a nuestra presencia y grandeza insuperable en la historia de nuestro mundo mundial e inseparable de las culturas y naciones que están unidas a nuestra presencia en su historia (a estudiar sin anteojeras doctrinarias ni leyendas ni choradas ni olvido de la realidad de las cosas en su momento de vida real) como la que nos hemos propuesto tener en generaciones y es la verdad que tenemos y han de heredar y mejoren las nuevas generaciones.
Se debe respetar la historia real en el tiempo real para evitar visiones doctrinarias y autoritarias del Partido político en obediencia oficial en turno y guión de su película. Cuando la verdad impera se puede tener el sentido común necesario para que lo malo y erróneo no se repita nunca más, desde el principio sin que nadie nos imponga su fin de nuestras libertades y derechos y obligaciones.
Desde el principio, nadie ni nada debe poder dominar nuestra conciencia para que se olvide el esfuerzo diario que la acción política plural y libre, que debe llevar a buen fin la convivencia social, se deba realizar y siguiendo las reglas y cumpliendo con los principios constitucionales: que se profesan y además a la vista de la ciudadanía soberana, que mantiene y financia el estado de las cosas; y hay hasta fotos y grabaciones y también hasta películas y documentales de lo que se prometió y no se quiso ver que se cumplió, en redes vivos y color. Cuando se altera el estado de las cosas de la convivencia generando desigualdades, se olvida que la Nación Española es nuestro lugar, que tenemos una Ley fundamental de España, del Pueblo Español; en un territorio en el que deciden los ciudadanos españoles, todos soberanos, y ratifican nuestra Constitución en 1978 (publicada en el BOE de 29/12/1978; buen año en cosecha política) desde el principio gran proyecto por la convivencia plural. 
El pronunciamiento de las Cortes y la mayoría inolvidable, desde el principis por la que el Pueblo Español desea establecer la Justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos Integran, en uso de su soberanía, en lección social que se debe repasar por todos, de vez en cuando, sobre todo por quienes vamos a mantener estos próximos años a toda esta nueva configuración del Congreso de los Diputados y Senado; Cámaras Autonómicas también y del hacerlo bien, en las cosas de gobernar y garantizar la convivencia democrática: Dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden económico y social justo.
Se puede repasar, de vez en cuando, desde el principio y hasta conseguir aprender la Constitución, que lo está en todos los idiomas y lenguas, de verdad de la verdad, por si alguno no la encuentra, hasta gratis en el BOE (Boletín Oficial del Estado). Cuando las reglas de la de la convivencia no se ven iluminadas por la luz del consenso constituyente diario, se olvida la historia y se deja de tomar su alimento se debilita la salud de la verdad que nos pertenece a toda la Nación y no en exclusiva de ni de turnos ni espacios de poder.
Cuando la verdad se modifica al arbitrio de los intereses de turno, no es preciso que transcurra mucho tiempo para que se vuelva oscura o confusa, la tentación se puede seguir o rechazar, que cerebros elevados por el poder nunca faltarán ni la presencia de las lecciones del gran hermano, ni faltarán ni de su verdad oficial, ni cerebridad (no está en el Diccionario, sí celebridad, si les parece).En el consenso social y conversaciones vecinales; menos mal que contamos con los seres sensatos que nos dicen la verdad moral de la acción social responsable del respeto de la Constitución, desde el principio ¡¡EA!