Ricardo Guerra Sancho

Desde mi torre mudéjar

Ricardo Guerra Sancho


Santiago y Las Edades

10/11/2024

Estaba yo tardando en visitar Las Edades del Hombre en su edición XXVII, 'Hospitalitas. La Gracia del Encuentro', hospitalidad y peregrinación, con sede en dos ciudades de dos comunidades y cuatro lugares. He seguido este proyecto cultural de los obispados de Castilla y León, desde sus inicios con su primera exposición en la catedral de Valladolid, con los paréntesis de las ediciones celebradas en Nueva York y Amberes, y especialmente las celebradas en mi ciudad, Arévalo. Un relato artístico que me enganchó y siempre las he visitado con sumo interés. Por diversas circunstancias he ido retrasando esta visita que por fin he realizado. Comenzando por Santiago y concluiré cuando tenga ocasión de ir a Villafranca del Bierzo, dos ciudades siempre unidas por el camino.
Un gran proyecto de investigación, conservación y difusión del patrimonio cultural del que la iglesia es depositaria, siempre en un relato expositivo muy estudiado y cuidado, catequético, mensajes con significado sembrados de imágenes, arte de gran calidad, muchas veces restaurado, esas exposiciones de 'Las Edades' que crearon modelos expositivos. 
¡Santiago! siempre Santiago… como en cada visita a esas tierras, en compañía de mis amigos gallegos Luz y Joaquín, pero en esta ocasión con el fin principal de Las Edades, partimos hacia Santiago a ver esta exposición, después de comer pulpo y "coruxo", pescado ¡por supuesto! Es lo que pedía el momento y que ofrece esta tierra en su exquisita gastronomía. En su compañía y en tantos años, he conocido gran parte de Galicia, ciudades, catedrales, monasterios e iglesias, pero también lugares especiales de gran significado, recónditos y perdidos por el mundo rural, esa Galicia de interior que atesora el magnífico románico rural, patrimonio de lo arcaico y de la permanencia ancestral en esa arquitectura imperecedera que guarda sorpresas increíbles.
El inicio en la cripta del Pórtico de la Gloria, restaurado y en cuyas excavaciones arqueológicas aparecieron importantes restos del coro pétreo del Maestro Mateo, de gran valor y significado artístico, con la recuperación de elementos y fragmentos, se ha podido ofrecer el aspecto real de ese coro pétreo que es junto con el Pórtico de la Gloria las obras cumbre del Maestro Mateo.
Y allí, entre otras obras, en el centro de la cripta, estaba el Códice Calixtino, "el libro de Santiago", el famoso libro que es la primera guía del camino, del s. XII.  
Es la iglesia del Monasterio de San Martín Pinario el segundo espacio expositivo, un gran templo barroco, de esos que en Galicia tienen impresionantes bóvedas labradas, y no de yeserías, sino de sillares de granito ricamente ornamentados. Orientada de oeste a este, al contrario de la orientación canónica habitual. La guía Silvia, magnífica, como siempre en Las Edades, nos desgranó el rico contenido después de un reconfortante pasaje paralelo al claustro, las Tullas, que nos sumerge en la naturaleza e introduce en los espacios expositivos.
Por cierto, he coincidido en las aguas con monseñor José Fernández Lago, Deán de la Catedral de Santiago, y el militar Luis Iglesias y su esposa Generosa Bajo, con Lago tengo varios amigos comunes, un maestro en textos bíblicos, con ellos he mantenido jugosas conversaciones, entre baño y baño, sobre Santiago, lo divino y lo humano… muy agradable coincidencia y conocimiento.