En las cosas de casa hemos dispuesto ser ciudadanos libres, responsables y respetuosos del pluralismo político, en las crónicas de la convivencia, derechos y libertades, como la de prensa y opinión, en normalidad constitucional, bajo el manto, bandera y luz fundamental de la vida democrática en paz y sin líos, dentro de nuestro Estado constitucional, autonómico y mundial. En la acción diaria, es de reclamar que se conozca la Constitución en una sociedad de todos para todos, se comprenda lo que dice, y aumente el tesoro que supone vivir en una sociedad y Estado social y democrático de derecho.
Los valores, principios, derechos y obligaciones constitucionales deben ser "puestos en valor" por todos los ciudadanos metidos en política y en vida normal, como se aprende en el colegio y en la formación ciudadana diaria, profesional y universitaria, y con más responsabilidad y respeto de las leyes de la Nación si se asume la representación política voluntariamente. Hay repasar lo que dice la Constitución y su guía esencial para la convivencia, debe quedar claro, para todos los ciudadanos que: La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan todos los poderes del Estado: lo dispone nuestro artículo 1.2 de la Constitución Española.
En una sociedad democrática normal no caben visones excluyentes de la soberanía, y se recoge la separación de poderes en una sociedad democrática que ha proclamado este principio, que recoge como verdad legal y de forma que en España, las Cortes, el Congreso y el Senado, no tienen atribuida la soberanía nacional de ninguna forma; la representan. La Constitución es clara: Artículo 66: 1. Las Cortes Generales representan al pueblo español y están formadas por el Congreso de los Diputados y el Senado. 2. Las Cortes Generales ejercen la potestad legislativa del Estado, aprueban sus Presupuestos, controlan la acción del Gobierno y tienen las demás competencias que les atribuya la Constitución. 3. Las Cortes Generales son inviolables.
La convivencia democrática necesita la base firme del respeto legal, jurídico y político de las reglas constitucionales, la separación de poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. La libertad reclama seguridad jurídica, la seguridad social de la vida normal y justicia social y del fin de mes en cada familia y casa, en una sociedad que mantiene viva la permanencia del Estado Social y Democrático de Derecho, de la Nación española, como está proclamado nuestra Constitución de 1978, tan real que sigue iluminando nuestras vidas y presencia entre las naciones democráticas de nuestra cultura europea dentro de la Unión Europea y legalidad común y política democrática en casa, en Europa y en el mundo democrático mundial. En las cosas de casa la experiencia es un grado: la vida real nos viene dando los frutos de la convivencia bajo la luz del amparo constitucional de los derechos y libertades que proclama nuestro pacto constituyente y recogiendo la cosecha de los frutos de la división de poderes, tan necesaria para que la Constitución de la Nación española y de todos goce de buena salud, se respeten y fortalezcan las instituciones democráticas, las leyes y la vigencia, buen cuidado y respeto de los principios políticos constituyentes: el compromiso por la convivencia plural de cada día en paz dejar buena herencia para la convivencia de las nuevas generaciones, en el lugar que la vida disponga y por hacer mejor la convivencia legal, social y plural en casa y calle, barrio, pueblo y ciudad en con la dignidad política y derecho real de llegar a fin de mes bien, para empezar con buena salud material, personal y política de cada día, como la ley proclama y debe respetarse. Sumen su opinión y aportación plural. ¡Ea!