¿Cómo es posible que los actuales dirigentes del Real Ávila no conocieran la existencia de una deuda de 857.738,97 euros? Directamente porque no la conocían. Aunque Diario de Ávila ya había publicado tal extremo, en este caso fue David Rueda, directo general del Real Ávila, el que confirmó tal aspecto y lo hizo, además, apoyado en las famosas auditorías del 2009, 2010 y 2011 en las que no aparecía reflejada ninguna deuda con Caja de Ávila. «Todos sabíamos de la existencia en su día de una deuda por valor de casi 500.000 euros por un préstamo y una línea de crédito, pero esa deuda, cuando nosotros entramos en el club, se garantiza que no estaba vigente, que estaba cancelada». Y tal cuestión se les traslada no sólo de palabra «sino por tres informes de auditoría, firmados por tres auditores externos, y que dicen que la entidad encarnada no tiene deudas con Caja de Ávila» y es ante esta situación «cuando nos incorpora mos al club». Uno de los puntos «más delicados a la hora de incorporarnos» porque «de haber contado con esa deuda no nos hubiéramos hecho cargo del club por la dificultad de haberlo sacado adelante».
GestiónDeportiva Abulense desconoce si realmente existe un documento de Caja de Ávila que acredite que el club encarnado no tiene deudas con la entidad.Lo que sí obra en su mano son los tres informes de auditoría donde se apunta tal extremo. Como se puede leer en uno de ellos «...en la respuesta recibida a nuestra carta de solicitud de información realizada durante la auditoría de las cuentas anuales correpondientes al ejercicio cerrado al 30 de junio de 2009 dicha entidad confirmó que el Real Ávila CF SAD no mantenía préstamos con dicha caja. No obstante la sociedad no pudo facilitarnos el detalle y justificación del saldo que aparecía como préstamo a dicha fecha» se puede leer en uno de los documentos.
«No puedo creerme que un auditor externo certifique tal cosa sin un soporte documental. Aún sin verlo al 99 por ciento diría que existe» señaló Rueda, que aboga por «determinar una responsabilidad de todo esto, porque esa deuda Bankia la ha vendido en este 2013 a un fondo de inversión, cuando las certificaciones de esas auditorías corresponden a los años 2009, 2010 y 2011». Una situación «extraña, compleja».