Plan de viabilidad. Desde los despachos del Adolfo Suárez ya se tiene previsto una hoja de ruta para salvaguardar el futuro del equipo, que pasan «por negociar un convenio y un plan de viabilidad a cinco años» a trabajar junto al administrador concursal.
Se hizo esperar pero por fin llegó la primera comparecencia pública en el Real Ávila después de casi dos semanas desde que el equipo encarnado solicitara voluntariamente la declaración de concurso de acreedores –«una solicitud a la que nos hemos visto obligados»– ante el conocimiento de una deuda de 857.738,97 euros procedentes de un préstamo y línea de crédito pedido en su momento a Caja de Ávila, vendida en su día desde Bankia al fondo de inversiones Orado Investments Sarl, requerida a los avalistas del citado crédito y reclamados a su vez por estos últimos al club encarnado. Una situación «compleja y extraña», dado que la deuda no aparecía reflejada en las auditorías de los años 2009, 2010 y 2011 y ante la que David Rueda, director general del Real Ávila, dejaba claro que la postura del club encarnado pasa tanto por desligar al club de toda responsabilidad sobre dichos 857.000 euros como por la realización de un convenio y plan de viabilidad desde el que dar futuro y continuidad al club.
«Vamos a defender los intereses del Real Ávila. Ahora será el momento de determinar quiénes son los culpables, porque sin esa deuda la situación es asumible». Era uno de los principales mensajes que dejaba la comparecencia de David Rueda en la mañana del lunes, en la que quiso recalcar su confianza en que todo este proceso concluya positivamente así como su compromiso a seguir trabajando por el futuro del club. «Nosotros nos quedamos para trabajar duramente en el club, un club que tiene 90 años, que representa a una ciudad. Moralmente nos vemos obligados a seguir trabajando para darle continuidad. Todo el club está involucrado en el proyecto, en darle una salida y continuidad» señaló David Rueda en unas palabras que pueden ayudar a aclarar a los aficionados, al menos, el presente más inmediato de un equipo que espera el nombramiento de un administrador concursal. «Ahora toca esperar a que llegue el administrador concursal, ayudarle y colaborar con él para establecer un plan de viabilidad y un convenio». Eso sí, no quiso perder la oportunidad de mandar un mensaje a la ciudad, porque «ahora sí que sí hay que estar con el club y esto pasa por venir el próximo domingo al encuentro ante la Arandina».
Llegaron así las primeras palabras desde el club y sirvieron para dejar claro cómo se moverá el Real Ávila en un proceso en el que objetivo será ver «qué ocurre» con esos 857.000 euros «en caso de que el fondo de inversión o alguno de los avalistas acuda al concurso» como acreedor. Porque llegado ese punto «el Real Ávila defenderá su postura y es que esa deuda no existe. Está certificado por una auditoría externa que no existe porque a su vez así lo certificaba Caja de Ávila. El Real Ávila defenderá sus intereses, nosotros los intereses del club, y a tratar de que alguien se deba responsabilizar de esa deuda, pero no el Real Ávila». Llegado a ese caso –en lo contrario el ‘plan B’ pasaría por tratar de negociar con el fondo de inversión el pago de la misma– «la deuda sería más asumible» y a partir de ella «habría que negociar con los acreedores, con el objetivo de preparar un plan de viabilidad a cinco años y un convenio» porque «con la deuda real que tiene –la reconocida se calcula que no supera los 300.000 euros– podría darse futuro al club».
Un plan de viabilidad en el que, hasta el conocimiento de la deuda de 857.000 euros, ya trabajaba el club y que pasaba por tres puntos aprobados en la Junta General de Accionistas. Un plan que contempla como parte fundamental convertir la deuda del club adquirida por los actuales accionistas mayoritarios –unos 150.000 euros desde GestiónDeportiva Abulense– en capital social, como ya se hizo en otras ocasiones, «mejorando así situación patrimonial». Referente a la ultima ampliación de capital que se efectuó, «que no se registró cuando debía hacerse» y que se contabiliza como deuda, el objetivo es convertirla a capital social «que era el objetivo primero de lo que se hizo en su día». Y tras estas dos operaciones llegaría una ampliación de capital cercana a los 300.000 euros, una cantidad «asumible, y a la que Gestión Deportiva Abulense estaría dispuesta a acudir en su porcentaje».
Todo ello «con el objetivo de hacer un club viable» en el que «los ingresos pudieran cubrir los gastos». Ése «es el objetivo» a perseguir y con el que el club debe sentarse a trabajar con el administrador concursal.
Sin embargo, y a la espera de que se nombre y poder trabajar en ello, el día a día del equipo pasa por cerca de 50.000 euros para poder llegar a final de temporada. Ingresos en los que ya se trabaja y en los que puede tomar forma en los próximos días una plataforma en la que participará la plantilla, las peñas, aficionados, etc. «Iremos salvando la situación partido a partido. Para el Cristo Atlético se pudo viajar gracias al apoyo de algunas peñas.Para el próximo será fundamental que la afición acuda –el coste de los partidos en casa ronda los 1.000 euros y actualmente no se están cubriendo– y baje al estadio».
Sin firmar desde 2006. David Rueda hizo referencia a las complicaciones con las que se han encontrado durante los últimos dos años, complicaciones como que «desde el 2006 las cuentas del club llevan sin firmarse ni registrarse, como obliga la ley, por lo que la hoja registral está cerrada, lo que ha supuesto muchas incomodidades a la hora de operar desde el club. No hemos podido ni abrir una cuenta a nombre del club» señalaba Rueda, situaciones «que nos han llevado» a los problemas presentes.Y todo ello con una incorporación al club que se hizo «con cierta urgencia, sin tener esto resuelto, porque se acababan las fecha del plazo de la AFE para dar respuesta a las denuncias de varios jugadores». Y aunque «de palabra se dijo que se haría todo lo necesario para resolverlo», algo «que se ha requerido, no se ha hecho».
En la cantera, el futuro. Desde hace tiempo, y al conocer todo este problema, desde el Real Ávila se han mantenido conversaciones con el Ayuntamiento de Ávila para garantizar la cantera, «que jugara la temporada completa», y eso «ya ha quedado garantizado». Sin embargo David Rueda quiso dejar claro que «hemos renunciado al convenio que tenemos con el ayuntamiento, pero ni mucho menos a la cantera». Rueda recalcó que «el Real Ávila sigue teniendo su cantera, trabajando y contando con ella, por la que apuesta, pues es fundamental para el club y la única vía de futuro».