¡Qué sería del primer mes del año si no existieran las rebajas! Es lo único que baja en un mes en el que siempre son tantas las cosas que suben sin piedad -impuestos, tasas, alimentos que dejan de tener el IVA reducido, peajes, alquileres y vivienda, tabaco, teléfono, sellos, facturas de los consumos domésticos, la edad de jubilación…-, que para describir el momento de descalabro económico se ha acuñado la gráfica expresión de la "cuesta de enero", tan real como la vida misma. Y, aunque nuestra humilde aspiración cada comienzo de año ya no va más allá de que se congelen los importes a pagar, al final, con lo prohibitivos que se han vuelto la luz o el gas, los congelados en estos meses de invierno acabamos siendo nosotros. Es maravilloso ver cómo suben salarios y pensiones; el pequeño detalle imposible de obviar es que lo hagan en mucho menor porcentaje que el resto de cosas. 
Por eso, en este momento las rebajas vienen a dar algo de alegría al cuerpo. Sin embargo, aparte de las gangas que aguardan en esta época en los establecimientos a nuestros ya de por sí esquilmados bolsillos, hay otras rebajas mucho menos halagüeñas que asoman por el horizonte. Hablando con unos y otros en nuestra ciudad, este año parece que ha empezado con una rebaja de expectativas generalizada. Vamos a hacer una prueba, queridos lectores. Veamos: que levante la mano quien albergue la expectativa de que en 2025 se darán pasos decisivos para solucionar de una vez por todas el problema del abastecimiento del agua. (…) Ahora, que levante la mano quien tenga la confianza de que en este 2025 mejorarán las comunicaciones ferroviarias. (…) ¿Alguien que crea que el año terminará con la antigua estación de autobuses en obras para darle un destino? (…) Bueno, una más, a ver si al menos esta sí: que alce la mano aquel que espera ver con sus propios ojos en estos 12 meses la inauguración de la subsede abulense del Museo del Prado. (…) Venga, un último intento antes de tirar la toalla: ¿quién cree que de aquí a diciembre tendremos mejor iluminación en las vías urbanas? (…)
Como a perro flaco todo son pulgas, también da la impresión de que veremos rebajas en otros sectores. Por ejemplo, menos productos en el carro de la compra por el mismo desembolso, o bien paquetes y embalajes que se mantienen sin aparente incremento de coste pero que, por arte de bilibirloque, se vuelven más pequeños o resultan tener menor cantidad de contenido. A pesar de que los márgenes que reciben los productores agroalimentarios también sigan la tendencia de las rebajas. 
En fin, que cuando nos decían eso de que ya viene el tío Paco con la rebaja, tenían toda la razón. Aunque el tío Paco para Pedro Sánchez sea otro bien distinto.