José Ramón García Hernández

Con la misma temperatura

José Ramón García Hernández


Mi legado

24/11/2024

            Acaba de mandarme mi amigo Diego, uno de los tipos más inteligentes con los que cuenta nuestra España, un video insuperable que todavía me tiene sobrecogido. De nuevo otro acontecimiento deportivo histórico, la pelea de Mike Tyson contra el joven Jake Paul de la semana pasada, en directo en todas las plataformas occidentales del globo, que son las que nos entretienen con el pan y circo.

            Como uno de los signos de los tiempos que vivimos que tanto cargan contra el mensajero, contra los medios de comunicación, ahora la reportera que preguntaba al insuperable Mike Tyson debía tener unos pocos años de adolescencia. Porque de nuevo los que están empeñados en quebrar en añicos como espejo de siete años de mala suerte a esta comunidad política, nación o pueblo o lo que prefieran ustedes, los jóvenes son lo auténtico, lo lleno de frescura.  Para acabar de hacer saltar por los aires la necesaria cooperación entre generaciones para conseguir cosas que perduren en sociedad. Pero no ocurre así como demuestra el boxeador-torero Tyson, porque cada día tengo más claro que si hubiera nacido por estos lares se las gasta como un auténtico maestro de nuestro ruedos.

La joven, en tik.tok, claro está que es donde parece que vive alquilada la verdad de nuestro tiempo, le espeta una pregunta de viejo o de los de mi edad como me dicen mis hijos: "ver la leyenda, después de tu carrera de éxito, ¿cuál es tu legado?   Y claro no sabe que en la pregunta encadena los tres errores fatales de la gominola mental, "leyenda, o parte del pasado que no cuenta para los jóvenes, éxito que es el mayor trampantojo de la historia junto con el fracaso y legado…que se parece como si lo pronunciara un personaje del Señor de los Anillos que hablase de mi legado como si dijera, mi tesoro".

Así el torero Tyson, que como ha pasado su vida en un ruedo de verdad, en los que te sacuden sin compasión, te usan para beneficio de otros, has estado en la cárcel sólo cuando el fantasma del éxito despareció para que le acompañara el fracaso por los abusos y condenas. Como ha tenido que vivir una vida de las reales, va le espeta a la tiktoker " No creo en la palabra legado, es un disfraz a la moda para la palabra Ego o YO (que es lo que busca a toda costa la tiktoker), legado no significa nada…la muerte hace que esto no signifique nada…, somos polvo…nada". La humildad siempre es auténtica.

 Este que es un golpe monumental que no esperaba la joven que tiene que resoplar y afirmar "es algo que no había oído antes" y acabar dándole la razón en cada sílaba que pronuncia Tyson, y más cuando dice Tyson "los únicos que pensaran en mi serán mis hijos y mis nietos" La honestidad siempre es brutal por desgracia cuando toda una sociedad necesita despertar. Y fíjense que todos conocemos quien es Tyson.

Y este me ha retrotraído a la película que ganó el Oscar en el año 2000. American Beauty. Siempre me sorprendió que los americanos premiaran a una cinta que relataba el final del sueño americano, pusiera en evidencia sus incongruencias y mentiras, con música de fondo de "ascensor" y sin necesidad de criticar a los políticos. Para mi fue un acontecimiento fundacional. Algo que recogen después innumerables actores sociales, cantantes, películas, series, universidades, think tanks. América tenía que despertar del sueño de la belleza. Muchas de estas manifestaciones artísticas y políticas lo llevaron a cabo para regodearse en la desgracia, en la caída.  Siempre pasa igual en una sociedad que exalta el éxito y destroza en el fracaso porque no sabe bien lo que significa el perdón o poder rehacer una vida. Pero el acontecimiento, que era el esqueleto se fue recubriendo de tendones, músculos y piel. Intentos muy serios por enfrentar una nueva realidad. Hace unos años era dual, pero ahora ya parece que estamos enfrentando una vuelta a la honestidad para que todos aportemos la pequeña belleza en nuestro humilde pelotón en el que nos ha tocado vivir. Y es el año 2024.