Ester Bueno

Las múltiples imágenes

Ester Bueno


Cartas de verdad

09/01/2025

En la locura absoluta de unas fechas indescriptibles ya, por avasalladoras, donde se mezcla la tradición de aquí y las tradiciones de todos los lugares del mundo, donde de repente aparece Papá Noel o San Nicolás en cualquier esquina, o a mediodía del 31 de diciembre se comen lentejas, como en Italia, o sorprendentemente gominolas en la plaza del pueblo; donde por sorpresa al portal de Belén llega la figura de un futbolista o de un político huido; donde en ocasiones todo parece un batiburrillo infame de dudoso gusto, ahí, entre todo eso, brilla mágicamente un punto de cordura. Y lo ponen los niños, que parecen ser últimamente los más coherentes de nuestra sociedad. Porque los niños españoles, todos y cada uno, escriben sus cartas a los Reyes Magos de Oriente. Compran su sobre ribeteado de rojo y azul y su folio presidido por algún dibujo colorido de sus Majestades, se ponen con toda dedicación a escribir en renglones rectitos sus deseos, sus ilusiones, sus peticiones, que no solo son materiales, sino deseos de paz, de amor y de que todo vaya bien en sus vidas y en la de sus familias, y las envían a oriente con su sello correspondiente desde un buzón de correos, asegurándose de que entran bien por la rendija y que no se perderán de ninguna manera.

Me da la impresión de que valoramos muy poco este acto tan sencillo, tan amoroso y tan significativo, y desde luego tan extraordinario, en este 2025 que nos apisona con su contundente realidad y con una situación geopolítica mundial que da pánico.

Siempre he pensado que los pequeños detalles, las pequeñas cosas, una mínima sutileza, suma a lo bueno, a lo precioso, a lo necesario y, sin duda, a lo íntimo, a lo intangible que está dentro del corazón de las personas. Y estas "cartas de verdad" a las que me refiero son un ejemplo magnífico de ello. Juntas, todas las misivas, pueden conformar un mundo de ilusión y de buena onda, de buenos propósitos. Papelitos escritos con esfuerzo, para que los Reyes vean que se ha aprendido mucho y que no han echado en saco roto las enseñanzas de sus maestros, trazos de mimo, y con un propósito únicamente positivo.

Escribir "de verdad" es el último reducto de la sociedad que hemos conocido hasta el momento. Estamos perdiendo lo esencial, esa pequeña parte de nosotros que solo es posible con una pluma y un papel en blanco. Sin más. Solo nosotros y nuestros pensamientos. Volcar lo que queremos en una página que no es necesario mostrar a nadie, ni siquiera. No es preciso lanzar eso al universo de las redes, no es importante que tenga ideas innovadoras, ni que utilicemos los mejores términos, ni que consultemos al Chat GPT algún sinónimo para que vea el mundo que somos ilustrados. Solo nuestro cerebro, el papel, nuestro corazón y las ideas. La mano que escribe guía magistralmente al cerebro, le ayuda a discernir, le impulsa a crear. La mano que escribe se ocupa desde lo más pueril a lo más elevado, desde lo más nimio a las filosofías que deberían presidir nuestro pensamiento crítico. Ojalá aprender de los niños que a cientos de miles hacen algo tan simple y tan delicado ahora como mandar "cartas de verdad", de Verdad.

ARCHIVADO EN: Ávila, Italia, Reyes Magos, ChatGPT