A lo largo del año, especialmente en el verano, se suceden una serie de eventos solidarios, en los numerosos pueblos de nuestra provincia, en una especie de competición entre las diversas localidades, para captar la participación y altruismo de nuestros ciudadanos. La respuesta de nuestros conciudadanos no puede ser más positiva y generosa, una riada de participantes en nuestros pueblos, algunos de ellos al borde de la extinción, inundan las marchas, carreras o eventos de todo tipo, aportando su generosidad a las numerosas ONG que lo precisan, en una demostración de la importancia de la participación de los ciudadanos en la ayuda a los que más lo necesitan.
El Chaparrín Andarín, es algo excepcional. Empezando por su nombre, difícil de entender fuera de nuestra provincia, su originalidad y características, hacen que este evento solidario traspase fronteras, y sean un ejemplo de participación y generosidad. Que el pequeño pueblo de Padiernos, con cerca de trescientos habitantes, sea capaz de marchar durante veinticuatro horas alrededor del pueblo en relevos horarios, con el testigo de un pequeño chaparro que da nombre a la marcha, de ahí su nombre, revela el entusiasmo de una pequeña localidad, por este singular acontecimiento. Es toda una demostración de lo que se puede conseguir a base de entusiasmo y colaboración, porque todo el pueblo se vuelca en aportar lo que está en su mano, para el éxito de la marcha, cada uno ofrece lo que mejor sabe hacer, lo que más puede ayudar.
Cada año surgen nuevas iniciativas, cada edición supera la participación que crece de forma exponencial, convirtiéndose en una fiesta popular, y que ha contagiado a todas las localidades vecinas, incluso algunas muy alejadas. De la mano de Toño, el alma mater de este acontecimiento, todo el mundo aporta su granito de arena para el éxito de la marcha. Un eficaz manejo de las redes sociales, y el carisma de Toño, hacen que trascienda este acontecimiento y cuente con la participación de muchos cientos de personas nacionales y extranjeras. En una ocasión que yo sepa, marcharon andarines asiáticos y americanos, atraídos por su fama.
Los numerosos colaboradores, aportan todo tipo de materiales, alimentos, bebidas, y publicidad al evento. Cada uno de los participantes recibe múltiples atenciones, según el horario, puede ser una rodaja de sandía, un poco de chorizo, un trozo de hornazo o un chocolate con churros, en función de la hora y el calor, mientras, cada participante puede aprovechar para confraternizar con los vecinos y amigos, en un clima de excepcional camaradería. Es una singular fiesta popular.
La inscripción es gratuita, todo el mundo puede participar de forma libre, aportando lo que desee, de forma voluntaria, en la lucha contra el Cáncer. Lo único que se le solicita son sus datos personales, para constancia de su participación, y la aceptación de aparecer en las imágenes gráficas. El primer fin de semana del mes de agosto, el Chaparrín Andarín volverá a ponerse en marcha, de nueve de la noche del sábado, a las nueve horas de la noche del domingo, incluso durante la pandemia, se realizó de modo virtual. Lo más increíble, es que este evento de inscripción gratuita es capaz de recaudar una cantidad de dinero excepcional, que se destina a ofrecer servicios a pacientes de Cáncer y familiares de forma desinteresada. Estás invitado, te alegrarás de haber asistido.