José Ignacio Dávila

Pensando

José Ignacio Dávila


Lealtad constitucional

16/11/2023

Los ciudadanos, soberanos, hemos decidido que el vínculo político con nuestra Constitución sea el compromiso que nos mantenga en la paz y justicia en un Estado Social y Democrático de Derecho, real en su cumplimiento y realidad y meta que alcanzar cada día, cada renovación política, por encima de sectarismos doctrinarios que debiliten y comprometan nuestra convivencia en paz, en la calle, en casa, barrio, ciudad y comunidad, que hemos decidido tener, con dueños de nuestra Patria y nación nuestra y no sujeta a mandangas de ningún visionario del presente y futuro que él decida y diseñe; cuestionando el esfuerzo del consenso constitucional para que la convivencia, de cada día y no panfletaria, que debe ser el fruto social del respeto común de nuestra presencia en nuestra historia.
La lealtad constitucional y el compromiso con la soberanía de los ciudadanos, es lo que hemos decidido tener y poseer en una sociedad que defiende el Estado Social y Democrático de Derecho; una comunidad de sumas de opciones y visión de una sociedad mejor, viva y evolutiva, para que el tiempo de la convivencia no se quede parado por el control impuesto por visiones doctrinarias de nada ni de nadie, ni éticas ni tonterías, privándonos de la entrega a los hijos, vecinos de nuestra españolidad, historia, territorio en soberanía de siglos y propiedad. 
La lealtad constitucional nos entrega la responsabilidad, espiritual y materia, para que no se debilite nuestro patrimonio y credibilidad entre las naciones serias y fuertes capaces de liderar un sociedad democrática y social, en respeto del derecho y dignidad de los ciudadanos soberanos y de nuestras generaciones por heredar una sociedad mejor en la historia inolvidable que debe protegerse por una decente acción política, con políticos preparados, serios, bien formados para llevar a buen fin la acción política y social y con ambiciones no sólo personales sino con lo más importante: comprometidos con la lealtad constitucional, el cumplimento de las reglas de la responsabilidad que es exigible en el desempeño de la representación social política, que lo más importante es el cumplimiento de la representación política de los ciudadanos, no el mero ruido en las crónicas de aplausos. 
La lealtad con la Nación lo es con toda nuestra Constitucional, con las reglas que la Nación española, de todos y para todos ha defendido, mayoritariamente nuestra democracia social y representativa, nuestro Estado Social y Democrático de Derecho, que defender y engrandecer, nunca debilitar ni parcelar ni romper la historia en su integridad social, territorial e historia común de todos en soberanía sin parcelar. 
La lealtad constitucional admite la manifestación plural de opciones, también del respeto de las reglas constitucionales; entre ellas, el compromiso que legitima la presencia en la digna y alta representación política y social; territorial y autonómica, en presencia de la Nación española: España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. La lealtad constitucional dispone mantener firme la proclamación de que La Soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. En cuanto a la Jefatura del Estado contamos con que: La forma política del Estado español es la Monarquía Parlamentaria; está escrito, aprobado y refrendado, y desde 1978 acogiendo nuestra representación política y social de la vida entre las naciones con vida amparada democráticamente. 
La lealtad constitucional es necesaria, ayuda en la protección de la pluralidad de la Nación española, nuestra y de todos los españoles, en igualdad de derechos y obligaciones y del valor político de la variedad territorial, y española; esta lealtad debe ser consecuente, es presencia social y soberana y recordar que así lo hemos dispuesto: Nuestro encuentro en la real democracia española y en convivencia. La lealtad constitucional contempla el compromiso con la historia, de todos y para todos en refrendo de la mayoría constituyente: La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas. Sin necesidad de diseños de otros líos ni de iluminados que midan e impongan su visión de la igualdad social de sus anteojeras. Sumen su aportación plural, en libertad e igualdad y respeto de la Justicia. ¡EA!