Sostiene Pereira que, estos días, ha recordado sus clases de latín en el viejo palacio del Infante don Luis en Arenas de San Pedro. Ha vuelto hasta allí, al comprobar que el mes de Enero viene del latín ianuarius y debe su nombre al dios latino Jano: el dios de las dos caras; el dios de las puertas, de los comienzos y de los finales. Mientras leía sobre ese dios, pensó que el mundo iría mejor si cada hecho ajeno o propio fuera mirado con las dos caras. Una, hacia el pasado, para saber las causas y la otra, hacia el futuro, para ver las consecuencias. Ojalá que en este comienzo de año cada cual aprenda este modo de mirar para ver lo positivo y lo negativo al mismo tiempo, para conseguir una mirada más serena, más equilibrada y, por tanto, más cerca de la verdad, que siempre es poliédrica. Una mirada capaz de ser nueva cada día y no formateada previamente. Si uno se sorprende cada mañana al levantar la persiana y comprobar que, de nuevo, ha salido el sol; si se extraña al ver cómo el agua acude rauda al movimiento circular o vertical de su mano sobre el grifo; si no ve magia al hacerse la luz con sólo presionar el interruptor, entonces es que no ha perdido la capacidad de aprender y de vivir. Pensó en estas entelequias al escuchar a gentes mesuradas que les cuesta mucho opinar en el actual juego de polarización superlativa donde hay un recetario de respuestas y de líneas rojas, de «sotenella y no enmendalla» y donde las palabras no sirven para el entendimiento sino para la confrontación estéril. Se ve esto, en las redes sociales donde, a la mínima, saltan los insultos más mostrencos. Se comprueba, y esto es más preocupante, en los enfrentamientos estériles en el Ayuntamiento de Ávila o en las relaciones de éste con la Diputación. ¿Cómo va a salir, por ejemplo, la industria abulense de su estado anémico si las dos principales instituciones de la provincia están a la greña? Sólo se han puesto de acuerdo en los nombres de los proyectos: Consorcio Provincial de Turismo, Ávila Market. Plataforma Logística Agroalimentaria de Ávila, Ávila Auténtica, Tracción Ávila (Innova, Emprende, Avanza). Por este clima de riña permanente entre partidos que fueron un día «hermanos», también la Junta de CyL tiene su Plan Territorial de Fomento para Ávila y su entorno «andando a paso de burra». Como ocurre con el Polígono de Vicolozano, que lleva años esperando tener potencia de luz para poder albergar otras industrias. Con estas mimbres locales, provinciales y autonómicas, es lógico que Ávila no despegue, que los jóvenes emigren, que los pueblos se mueran y que la ilusión esté por los suelos. Y seguirá así mientras sus gobernantes más cercanos, que llevan desde tiempos inmemoriales en la poltrona, sigan con su discurso victimista y echen la culpa de sus propios desaguisados al Gobierno actual de España y sus pactos. A pesar de todo, si se mira lo negativo junto a lo positivo, es fácil ver el mundo y la sociedad con bastante más benevolencia que lo hace el ambiente enrarecido actual. Si se ha salido de una epidemia y de dos guerras cercanas y la economía está remontando en España, también Ávila puede avanzar. Y debe hacerlo exigiendo a sus gobernantes visión de futuro, diálogo, proyectos ilusionantes y confianza en el desarrollo industrial para no estar al albur del maná turismo.