Julio Collado

Sostiene Pereira

Julio Collado


La vivienda, ¿un derecho o un negocio?

14/07/2024

Sostiene Pereira que le inquietan esos políticos que se autotitulan constitucionalistas pero que solo defienden "su" Constitución. Es el caso de la vivienda. ¿A cuántos de esos "constitucionalistas" les han oído defender el acceso a una vivienda digna y adecuada como un derecho humano fundamental, recogido en la Constitución Española? En su Art. 47 dice: "Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación". Se han olvidado de este art. como de otros y defienden a capa y espada que el mercado sea lo más soberano posible y, por tanto, que la vivienda se convierta en negocio y especulación. Desgraciadamente, el antiguo refrán castellano, "El casado, casa quiere", sigue siendo actual porque muchos jóvenes ven imposible ese deseo aunque hoy las formas de "casarse" hayan cambiado. El mercado es lo que tiene, da más a los que más tienen, efecto Mateo, se llama, y genera grandes desigualdades hasta en lo más vital. 

Estos días, el problema de la vivienda se ha agudizado por dos fenómenos especialmente nuevos y desbordados: el turismo de masas y, como secuela, la proliferación de las VuT (Viviendas de uso Turístico), un negocio que procura pingües beneficios y que está poco y mal regulado. De este modo, las nuevas circunstancias se han unido a la endémica falta de Viviendas Sociales (el mercado es el mercado) y los problemas se han multiplicado. En España, a diferencia de otros países europeos, no ha habido cultura política para cumplir el mandato constitucional y las Autonomías, que tienen las competencias, los Ayuntamientos, las Universidades y otras Instituciones se han despreocupado de este servicio público. ¿Empezarán a actuar ahora, ante el temor a una revuelta de vecinos contra turistas o de los arrendatarios y compradores contra los  propietarios de viviendas?

La pelota está en el alero. Ya es hora de exigir que se cumpla la Constitución en este punto; ya es hora de exigir a las Autonomías y Ayuntamientos una urgente y justa política de vivienda que se destine a rehabilitar y a construir así como a legislar con tino sobre las VuT para evitar enfrentamientos en Comunidades Vecinales, competencia desleal con la hostelería y el fraude fiscal. No puede ser que hasta en ciudades como Ávila, la escasez de viviendas puestas en el mercado haya producido una carestía elevada tanto en compra como alquiler de modo que está condenando a los más humildes a invertir su magro sueldo en pagar el alquiler o la hipoteca si tiene suerte y el banco se la concede. O esté echando a los vecinos de su barrio. Lo llaman gentrificación, palabra fea donde las haya. Hasta en los pueblos con más turismo, los trabajadores y los arrendatarios de todo el año encuentran dificultades para encontrar vivienda. Mientras, otros muchos pueblos se vacían.

En fin, la vivienda es un bien vital y no puede ni debe seguir siendo mero activo financiero en lugar de ser considerada como espacio para vivir; es decir, un hogar y no una "solución habitacional". Por eso, se necesita atar corto al mercado y potenciar un Estado del Bienestar que se preocupe de los menos beneficiados de la sociedad mejorando cada día los servicios públicos. Para que Los nadie a los que dedicó un poema Eduardo Galeano, no sigan siendo tales: "Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que

llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba".