Julio Collado

Sostiene Pereira

Julio Collado


Precios de fin de año

18/12/2023

Rafael Sánchez Ferlosio redefinió la palabra pecio como apunte breve que queda en cualquier carpeta, a la deriva, como las piezas de un barco hundido. Hoy, las redes son habitáculos formidables para sacarlos a flote y contrarrestar, en lo posible, la sarta de exabruptos, insultos y mentiras que las pueblan. Sostiene Pereira que ha encontrado algunos pecios suyos entre las páginas de Cinco horas con Mario que está leyendo una vez más para gozar de un Miguel Delibes psicólogo y sociólogo además de un enamorado de las palabras exactas. La novela es un tremendo soliloquio vital que Carmen rumia ante el catafalco de su marido Mario a partir de los párrafos que su incomprendido cónyuge tenía subrayados en la Biblia de la mesilla de noche. Párrafos que no han perdido vigencia como este: «No entregarás a su amo un esclavo huido que se haya refugiado en tu casa. Tenlo contigo en medio de tu tierra, en el lugar que él elija, en una de tus ciudades, donde bien le viniera, sin causarle molestias». En muchos detalles, la radiografía mental de la España de los años 70, con sus paisajes y paisanajes, que dibuja Delibes, no se aleja de la actual, que parece involucionar. Pero, a lo que iba. Estos son algunos de los pecios que encontró escritos los días finales de un noviembre inusualmente cálido. Mañueco. «Me he dado cuenta de las muchas carencias de CyL y he escrito a los nuevos Ministros para recordárselas». ¡Hombre de Dios! Después de gobernar esta tierra el PP, su partido, durante 36 años o más, se entera ahora de las necesidades de esta tierra esquilmada y desierta. ¿Cómo iban a solucionarlas si no las conocían? Y lo de Ávila, se le queda muy lejos: 16 años llevaba prometida la radioterapia y ha llegado por la presión popular y la ayuda económica del Gobierno de España. El día de la inauguración, vino a hacerse la foto y a decir estas graves palabras: «El PP cumple». Dieciséis años ha tardado en cumplir; y a regañadientes. De lo que pide a los Ministros, mejor ni tocarlo: Lo del Prado viene de la ministra Esperanza Aguirre hace 20 años y ha sido el Gobierno de España actual el que está sacando adelante las obras; del desdoble de la N-110 hasta La Colilla, otro tanto; de lo de la Escuela de Policía, hasta sin agua caliente la tuvo el Gobierno del PP y hoy está ampliando edificios y residencia además de conseguir un Grado Universitario. En fin, mucho defender la igualdad de todos los españoles y en su CyL, la casa sin barrer. Valladolid ocupa el puesto 24 de España por PIB mientras Ávila, el 49. ¡Viva la igualdad! Represiones. Esta tarde, he ido con mi nieto a ver una exposición de Instrumentos antiguos de tortura. Fue breve la visita porque le parecía excesivamente «extrema». Al salir, me preguntó: - ¿Hemos aprendido algo desde entonces? - Casi nada, le dije. Al llegar a casa, una noticia vino a corroborar este pesimismo. Contaba la historia de la represión sufrida por la excelente poetisa, profesora y licenciada en psicología, Mahvash Sábet, nacida en Isfahán, Irán, 1953, y residente en Teherán. Por sus creencias religiosas baháis, estuvo 10 años encarcelada. Liberada en 2017, ha vuelto a ser presa. Modernizar Ávila. Como cada domingo, he salido esta mañana temprano en busca de las tres PES: periódicos, pan y paseo. Una brisa espléndida me saludó mientras paseaba las calles del sur abulense que se está remozando, ¡falta hacía!, con su carril bici, sus amplias aceras peatonales y sus pequeños jardines donde antes solo había coches y cemento. Lástima que las obras se eternicen en exceso y causen demasiadas molestias a los comercios y garajes de la antigua calle Toledana, hoy Nuestra Señora de Sonsoles. ¡Qué manía de cambiar los nombres y santificar todo como si el cielo necesitara lo que es competencia del suelo! A ver si terminan de hacer su trabajo los albañiles, los jardineros y los montadores de bancos para poder disfrutar del paseo tranquilo y de la conversación amena sin que tenga el personal que bajarse de las aceras para dejar pasar a otros. Entre la estrechez de la acera y los morros inmisericordes de los coches no había forma de pasear a gusto. Cuando terminen el remozamiento empezado y llegue hasta los pies de las escaleras mecánicas, dará un gustazo comprobar que Ávila, por fin, ha cambiado un detalle de su ajada cara gracias, eso sí, al dinero europeo y al Gobierno de España. Luego, faltará cuidar la limpieza de lo nuevo y, sobre todo, de lo viejo. Chicles, aceites y meadas de perros y no perros, tienen el granito como un guiñapo. De las luces navideñas puestas cada año con más anticipación y de la estulta competición entre ciudades "iluminadas" mejor no hablar. En fin, felices fiestas y que el espíritu navideño se lleve de verdad el ruido, la furia y el odio diseminado por doquier desde los mentideros de Madrid.