Sostiene Pereira que estos días ha recordado más de una vez el refrán castellano, «Al perro flaco, todo pulgas», al conocer la noticia de la supresión de la Kedada por parte del Ayuntamiento abulense. ¿Adónde «kedarán» con sus amiguitos y amiguitas los niños-adolescentes si la única opción para entretener su ocio de fin de semana se lo quitan? Resulta que el Ayuntamiento abulense está inmerso en un laberinto económico del que no es capaz de salir por la incapacidad del Gobierno y de la Oposición de dialogar y pactar unos mínimos en cuanto a tener suficientes ingresos para pagar los gastos corrientes. ¿Y qué ocurre? Pues lo más fácil: si no hay dinero, se eliminan servicios. «Muerto el perro, se acabó la rabia». ¿Y adónde van ahora, los niños-adolescentes que antes acudían a los 88 Torreones a dar reinda suelta a su libertad y a su ocio sin tener que someterse a campeonatos o a las normas de entrenadores o torneos? Es decir, ¿adónde van para vivir el juego por el juego, organizado por ellos mismos, principio básico de la formación y desarrollo autónomo? Pues, al jardín de Los patos», que el Ayuntamiento adecentó hace dos meses pues estaba bastante degradado, añadiendo una carpa para evitar las inclemencias del tiempo aunque se le olvidaron unos Aseos. Ahora, ha servido para que esos, apenas adolescentes, desplazados de su lugar de encuentro, pudieron guarecerse de la lluvia y el frío los pasados fines de semana y para que algunos dejaran pruebas de su incívico grafiterismo.
Ante este desaguisado municipal, algún padre recogió firmas en la plataforma Change.org y otro grupo de madres, casi invisible, se manifestaron a la puerta del Ayuntamiento y fueron recibidas por el señor Alcalde. Ambas partes salieron contentas. ¿Será capaz el Consistorio de restituir la Kedada a su estado anterior ya que, para más inri, recibe una subvención de 130.343 euros a través del Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad? El tiempo lo dirá. Lo que ha puesto en evidencia este percance es que la política municipal y, sobre todo la autonómica, competente en todo lo que gira en torno al ocio y tiempo libre de niños, adolescentes y jóvenes, deja mucho que desear. Aunque, si uno lee el IV PLAN MUNICIPAL DE JUVENTUD DE LA CIUDAD DE ÁVILA, 2021-2026, 67 páginas ricas en análisis, propuestas y recursos (483.518,92 € para 2024), queda gratamente satisfecho. Hasta 20 acciones concretas, propone el Plan, y entre sus objetivos, "Desarrollar alternativas de ocio responsable, participativo, educativo, inclusivo e igualitario en espacios saludables, adaptadas a los intereses de las diferentes etapas de edad juveniles y Optimizar y fomentar el uso de recursos, instalaciones y espacios públicos de los que dispone la ciudad de Ávila». Lástima que la realidad apenas se parezca a lo escrito.
Esta racanería para con los ciudadanos más jóvenes viene de antiguo en esta ciudad. Solo hace falta acercarse a los edificios municipales dedicados a esos menesteres: la Casa de las Ideas y el Espacio Joven Alberto Pindado. La una en los atrases, nunca mejor dicho, del complejo comercial el Bulevar y el otro, un callejón sin luz natural en una calle imposible. Ambas estancias, alejadas de lo que uno espera encontrar al hablar de espacios para adolescentes y jóvenes: amplios, luminosos, juveniles y una programación atractiva. ¿Cuántos adolescentes se acercan y saben de sus actuaciones? ¿Dónde está y a qué se dedica el Consejo Municipal de Asociaciones Juveniles y el Consejo de la Juventud de CyL? Cada día, es menor la presencia social del impulso asociativo juvenil a nivel municipal y a nivel educativo. Triunfa el individualista «sálvese el que pueda». ¿Dónde están las Asociaciones estudiantiles y las de Madres y Padres (AMPAS)? Este caso de la Kedada está demostrando que el ocio infantil y adolescente importa más bien poco. Importan más las faltas de ortografía y las clases particulares. Vivir para ver.