Sigo con la convención de que un único día para celebrar no es suficiente. Pasan los días y las semanas demasiado rápido como para dedicar solo 24 horas a las grandes causas. Por eso, marzo no solo tiene "el 8 de marzo", sino que tiene otras 365 razones, para seguir poniendo el foco en el 8 de marzo, un día de pasado, presente y futuro.
PASADO, porque es día para recordar a las mujeres que años atrás estudiaron, que fueron a la universidad, que votaron por primera vez, abrieron su cuenta en el banco, participaron en las olimpiadas, y marcaron hitos históricos para que hoy, podamos hacer cosas que están totalmente normalizadas, pero que hace unos años eran inimaginables. Un día de recuerdo y sobre todo de agradecimiento.
Echar la vista atrás, me lleva a las grandes mujeres que nos precedieron. Mujeres que, lucharon a su manera por visibilizar, cambiar y sembrar lo que hoy es nuestro día a día. Y pienso en mi abuela, que abrió puertas, estudió una carrera, que trabajó fuera y dentro de casa, que nunca se conformó. Mujeres, que, como ella, supieron que la vida podía ser otra. Que fueron heroínas por muchos motivos, pero principalmente porque hicieron cosas que pocas tenían el coraje de hacer. Su móvil Motorola amarillo y las horas de tertulia "después del parte", podrían contar muchas historias.
Es un día de PRESENTE, de blindar nuestros derechos, de valorar lo que por razón, justicia y dignidad nos corresponde. Y es un presente que debe poner el foco en la educación y en los valores que nos unen, desde el respeto y la convención de no querer dar un paso atrás.
Presente significa "disfrutar" de los pequeños logros, aunque la vida nos haga inconformistas (y así debe ser). Pero de una u otra manera, tenemos que parar, disfrutar, creer y saborear lo que ya es nuestro, para poder seguir pedaleando. Pero presente, también significa "momento de reflexionar" y pensar en las que no pueden luchar, que no pueden estudiar, que sufren cualquier tipo de violencia. En todas aquellas mujeres y niñas que, viven sus particulares historias del libro "El cuento de la criada". Cada día vemos, en otras realidades, un paso atrás, una lucha silenciosa por ver la vida de otra manera. Mujeres que son privadas de estudios, sin nada que decir, opinar, o vivir.
Y es un día de FUTURO: tenemos que poner la mente en lo que queda por conseguir en esta carrera de fondo, en la meta, el objetivo a corto y largo plazo. Suprimir obstáculos que frenan el desarrollo personal y profesional, favorecer la educación, promover la igualdad. Y todo esto aquí y allí, dentro y fuera de nuestras fronteras, siendo altavoces y ejemplo de una sociedad equitativa, lógica y moderna. Tanto por conseguir, por proteger, por ser y dignificar. Un futuro que nos valorará a las mujeres del hoy, como pasado. Y, por tanto, tenemos que ser su reflejo y el orgullo de lo que, sin duda, les corresponde a nuestras hijas. ¡Ay futuro! Qué difícil nos pones el camino y al mismo tiempo, qué grandes retos, que nos motivan a seguir con un Motorola amarillo rompiendo las barreras del silencio.
Para que su realidad sea diferente, para que nuestra sociedad sea mejor, para que los derechos sean algo que nos pertenece en pleno siglo XXI.
Pd. Extensivo que un día no es suficiente para celebrar el día del padre, en este 19 de marzo de 2024. ¡Felicidades Papá!