José Ignacio Dávila

Pensando

José Ignacio Dávila


45 años

07/12/2023

Con fecha de 6 de diciembre de 1978, nuestra Constitución de la Nación Española, alcanza los 45 años de vida en paz, en consenso de los ciudadanos soberanos españoles y en un Estado Social y Democrático de Derecho. Para mi generación y para la memoria de los nuevos apuntes de historia que escribirán las nuevas generaciones, los años del consenso constituyente, el impulso de D. Juan Carlos Primero, Presidente del gobierno D. Adolfo Suárez González, los "padres constituyentes", el Parador Nacional de Gredos entre el cielo y tierra de la convivencia en forja política entre opciones políticas al pacto social de la mayoría, apabullante, de los ciudadanos refrendando el camino del consenso constituyente del presente y el futuro de la convivencia en paz. Nuestro patrimonio de la ciudadanía soberana española, el dando ejemplo mundial del encuentro social, de la mayoría de los ciudadanos por hacer posible el esfuerzo común de caminar bajo la luz del respeto, social y político, de la paz para superar las etapas y las metas diarias en convivencia, puertas abiertas y entrada a las crónicas de la convivencia, en casa y entre las naciones de nuestra cultura occidental y del mundo mundial; manos blancas contra asesinos, imperio de la ley democrática. Sumen su aportación plural.
En los principios de toda acción política seria y responsable (generación COU, preconstitucional ya en 1978) señala que la fuerza de la división y respeto de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, en todo Estado Social y Democrático de Derecho, constituye un principio irrenunciable y necesario; no puede debilitarse en ningún momento, mucho menos por ambiciones de poder que puedan alterar el normal funcionamiento de los órganos constitucionales, porque siempre debilita el principio de separación de poderes y repercuten sus consecuencias en toda la sociedad, afectando al sistema representativo de la convivencia y el equilibrio de poderes, siendo necesario reparar el daño tremendo para todo el sistema representativo constitucional, sobre todo en un Estado de las autonomías como el nuestro: así D. Ángel de la Torre Segura, Magistrado del primer Tribunal Constitucional (de los de primera clase y altura doctrinal inmensa y magistral, como debe ser) en su Introducción al Derecho, ed. 1978, señala el tema de la posible situación de apoderarse de la Constitución partidariamente: a) para evitar que los cambios de Gobierno alteren la identidad del Estado como tal; b) señalaba también la necesidad de asegurar la continuidad y permanencia de la comunidad política por encima de sus contingencias de gobierno y de hombres,…y no favorecer su desaparición. Son puntos de información de un gran jurista positivista, a recordar. 
Cada aniversario de la Constitución es un gran día, recogida de la cosecha social y política del pacto constituyente, diario. La Constitución nos recuerda que la historia grande de la convivencia tiene sus reglas: dispone la puesta en marcha de cada legislatura estableciendo el cumplimiento de las reglas democráticas en calle, casa, pueblo, ciudad y Comunidad disponiendo los límites que la soberanía ciudadana ha señalado y dejado escrito para evitar toda tentación de apoderarse de la voluntad constitucional constituyente y de de cambiar a capricho las reglas de nuestra casa y de nuestra Nación soberana, de Monarquía parlamentaria como forma política del Estado español; garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden económico y social justo (sigan el Preámbulo). En generación de los ciudadanos que vivimos en el antes y después hoy y ahora, sumamos experiencias comunes y responsabilidad política de quienes gobernaron antes y ahora, para mantener que hay que con la decisión mayoritaria del pueblo soberano cuando la división de poderes no se ve clara o turbia, en que algo siempre tiene que decir, ser tenidos en cuenta, además de la representación política, cuando las cosas no están pacíficas y poder valorarla y sus consecuencias, con la palabra dada en consulta electoral; y proceder a la retirada de anteojeras autoritarias y sin tino (ver diccionario RAE), que la soberanía reside en la nación, en nuestra ciudadanía (Conjunto de los ciudadanos de un pueblo o nación) y tener claro el hecho histórico que la Constitución ha dispuesto a lo largo de estos 45 años, la convivencia con opciones de gobierno conocidas y variadas; que hay un mañana para seguir y después, con la obligación social, política, jurídica y comprometida, de no estropear las reglas de la soberanía española con mando Social Democrático y de Derecho en nuestra Nación y territorio, que sí; en la Historia de las grandes naciones, que no ha lugar al desvió de poderes ni tentaciones de cambio por ambiciones que debiliten garantías de la división de poderes y su independencia; ni mediar con la voluntad constituyente de la ciudadanía soberana, ni del cumplimiento de la ley sus consecuencias; ni jugar con la autoridad e independencia de los poderes del Estado, ni archivar para la historia crónicas de debilidad por quienes temporalmente tienen la obligación y responsabilidad de y por dejar a las nuevas generaciones un expediente limpio político, social y económico de la gran Nación España, con justicia social mejor cada día y legislatura, como debe ser y sin parar, mañana día 7/12/2023 y los que vengan y vendrán. ¡ea!