Tenemos días de Guirigay en noticias de alboroto, escándalo, vocerío, griterío, bulla, jaleo, follón, que nos traen ejemplos de miserias y de cabezas sin cerebro social, incapaces de anteponer la dignidad de los ciudadanos, al medro e intereses por la pasta, sin apuntar en las crónicas de casa que hablan de tiempos revueltos en los que no cabe escudo político ni legal, sino respuesta contundente contra esta presunta locura de actuar y revuelo de líos y actos sin valores humanos, por parte de ciudadanos capaces de enriquecerse aprovechando puestos de poder social, sin atender al bienestar de la comunidad, en momentos delicados de pandemia, que se deben investigar para poner orden y depurar definitivamente responsabilidades; con la que se ha liado y necesidad de conocer qué ha ocurrido.
Estamos ante relatos de confusión en las cosas de casa, de horas medidas a nivel político y moral, trasladadas al alboroto político en crónicas de medios de comunicación social, que requieren rápida aclaración ante la alarma de acciones y crónicas graves en la vida social y representativa que pueden dejar secuelas sociales por presuntos negocios, a investigar hasta el final y en la verdad. Son temas de salud pública por pandemia en las cosas de casa que no pueden dejarse sin respuesta, que tampoco pueden verse como novela negra de chanchullos (manejo ilícito para conseguir un fin, y especialmente para lucrarse) en una comunidad soberana y europea, sino derecho a ser sacados a la luz de los vivos, de todos los ciudadanos españoles que contribuyen religiosa y civilmente con el pago de impuestos empresariales e IRPF, tanto los activos como los pasivos, y demás exigencias del trabajo legalmente desempeñado. En estas cosas de casa sacadas a la luz y en el debate social no hay paños de ningún tipo que oculten los chanchullos, si los hay, como exigencia ciudadana y social que tenemos de contribuir al Estado Social para ser mejor cada día.
La Hacienda Pública lo somos todos y no caben tropelías ni canalladas en las cosas de los dineros de la casa común española; ni presuntamente enredar negocios en temas tan importantes como la salud, ni capuzas pagadas como medios sanitarios almacenados por inútiles de todo tipo. ¿Cómo es la verdad de estas cosas? ¿De los hechos y los millones despistados, dicen?
Esto no puede ser con la que nos está cayendo en las cosas de casa y política. Y henos aquí y enojados y expectantes y a ver cómo se aclara este lío social, y político, y la verdad, porque esta situación y repercusión social no puede ser el enredar cabreando a unos y a otros en las cosas de casa, cuando siempre hay que actuar con el sentido común y de Estado: por aquí y por allá; sin olvidar las crónicas diarias en casa reclamando: la dotación de medios contra los narcos y para buen servicio de los Cuerpos y Fuerzas de seguridad de Seguridad del Estado en mantener el orden público; la paz política y el respeto constitucional de los poderes Legislativo, Ejecutivo; y Judicial y su independencia en su función de Juzgar y hacer ejecutar lo juzgado Estamos y vivimos en una sociedad democrática normal y occidental y como deben ser las cosas de casa de la Nación Española, sin anteojeras ni colorines políticos ni chorradas: Henos aquí, pues, enterándonos del supuesto indigno proceder de algunos "mandamucho" pillados en todo por la pasta, al parecer y contado en medios de comunicación principalmente, señalando que se ha actuado sin responder al compromiso y el honor con la Nación Española Constitucional, ni con su partido, ni con la representación política asumida voluntariamente, hay que aclarar estas cosas conforme a nuestra legalidad vigente y respeto de derechos: cuanto antes, que esto no puede seguir enredando en la acción política.
Hoy, además, sigue la suma de tractoradas reclamando criterios lógicos para hacer viable la agricultura, la ganadería, tan importantes en nuestra Comunidad, y la pesca que defender.
En cosas de casa la lealtad constitucional debe ser lección sabida por la representación política sin chulear respuestas de "presuntas" chapuzas; ni andanzas que debiliten la confianza personal y política y militancia política y de toda la ciudadanía, en una sociedad plural que se levanta todos los días en un Estado Social y Democrático de Derecho, la ciudadanía que quiere trabajar, lucha hacer posible la vida en familia en una vida normal, en paz, sin escándalos, ni enjuagues a limpiar y pagar entre todos.
Los medios de información son respuesta real de cada día de lo que nos ocurre y pasa. La dedicación a la representación política debe ser un esfuerzo diario y cumplir el compromiso con la Constitución Española, la decencia en la acción política encomendada en votos ciudadanos confiados y tener la meta del fortaleciendo una comunidad plural y el Estado de la Nación española, lógicamente; y con las cosas de casa por mejorar siempre
Gracias a los medios de comunicación como este Diario y Cadena Promecal, por contar las verdades del barquero en las cosas de casa. Sumen su aportación plural. ¡Ea!