Sobre todo, esto es lo que quería hacer: le invito a la presentación de la novela de Juan Manuel de Prada, 'La ciudad sin luz' en Ávila, el viernes 13 de septiembre, dentro de su magna obra 'Mil ojos esconde la noche'. Una clara alusión a un París apagado en la «Ocupación» en el que transcurre la que muchos han denominado una de las novelas fundamentales del siglo XXI «singular, polémica y brillante». Una novela que no puedes dejar de leer, para disfrutar, aprender, para abandonar nuestras zonas de confort histórico y real. Ninguna novela se ha vendido tanto en España en los últimos tiempos lejos de lo que se puede denominar literatura. Y si la han leído ya saben de que estoy hablando, y si no, no se quejen de que hace tiempo de que no leen un escrito tan sobresaliente. 
Y tenemos la suerte de que se presenta en Ávila en el Palacio del Episcopio el viernes 13 de septiembre a las 20h¸y tenemos la suerte de que el propio autor va a poder hablarnos de este trabajo. Son tantos los «piropos», crítica literaria de la buena y comentarios anónimos los que se han escrito que simplemente enumerándolos ya estaría realizada la presentación. Pérez Reverte, Luis Alberto de Cuenca, incluso Iñigo Errejón en un twit célebre ya «sobre la orfandad» porque quiere más. Y además la estatura intelectual de Juan Manuel de Prada está fuera de toda duda para Tirios y Troyanos, tanto para los que le gusta como para el que no acaban de afinar tanto. 
Tanto el cineasta Alex de la Iglesia, que afirmaba que en esta novela vuelven a la vida, Quevedo y Valle-Inclán. También yo incluyo a Cervantes junto a Juan Manuel, como ya lo han dicho otros tantos ¡Vaya cuarteto español al que pertenecer! Incluso tiene algo de Burke. Un desafío a la historia de propaganda frente a la historia real, la que deja poso. Y esto es porque es una novela que para los que «somos de las lectoras que todavía le soportan» está escrita en total libertad, como escribieron los anteriores, cuando ya solo tienen que mirar por la mirilla de la puerta para confrontar la eternidad que nos observa al otro lado. Ya lo hagan con anteojos, ebrios, mancos, o libre de toda moda.  
Es una novela que es una culminación del mejor Prada para todos aquellos que aullaban que tras 'Las máscaras del héroe' no podrían leer nada mejor, ahora enmudecen de asombro. Es semejante a las grandes proezas de los descubrimientos como lo cantaban en el mundo anglosajón «lo ha hecho de nuevo, Prada lo vuelve a conseguir».  Por fin el héroe, se ha quitado la máscara y el nuevo Quijote aparece enmendando a la totalidad. Desdentado, como sólo lo puede hacer un hombre que ya ha mordisqueado los mendrugos duros de madrastra que ofrece el mundo.  Proponiéndonos lo sublime y lo sórdido para crear escándalo y esconder, como biombo, lo que acontece, lo verdaderamente brutal que se parece a lo que llamamos vida. No es menor que todas las tropelías glotonas escandalicen a un mundo insaciable y drogadicto de sensaciones por puro vacío de vanidad. No es menor que todas las veleidades carnales escondan las debilidades de los que se han cansado de buscar la verdad y la belleza. No es menor que todas las traiciones trapaceras escondan la falta de relaciones humanas auténticas y nobles. Por eso las ausencias son gritos insoportables, los ideales, la familia, la genuina amistad están disfrazados del esperpento genuino. Por eso y por mucho más, les recomiendo a Ignacio Castro Rey, que compara al protagonista, Fernando Navales con el 'Ulises' de Joyce. O por la pléyade de personajes que aparecen retratados alejados de su imagen prefabricada como Marañón y su tratado sobre la frustración o el verdadero Picasso sin firma ¡No corran ya, vuelen a la presentación este viernes en el Episcopio! Les esperamos.