¿Vivimos en un país de complejos y acomplejado? Seguimos sin superar nuestra propia historia, de ahí que seamos tan dados al insulto y a la batalla permanente; la hostilidad y el desacuerdo están en nuestra naturaleza desde tiempo inmemorial. Narra Justino en su "Epítome" sobre los hispanos: "prefieren la guerra a la inactividad y, si les falta un enemigo fuera lo buscan en la propia tierra". No es la primera vez que traigo esta cita, pero cada vez que vemos a nuestros políticos recupera su actualidad, y sucede continuamente.

Estamos ante la permanente búsqueda de los factores sicológicos y de personalidad antisocial que afecta a los españoles, si no, no estaríamos continuamente enzarzados en la lucha por el poder, olvidándonos de lo esencial. Los partidos nacionales, por un lado, y los nacionalistas, en su ámbito, por otro.

Venimos anunciando, no hay mucho mérito en ello, porque las señales son permanentes, que este año será especialmente difícil no solo porque está en juego la gobernanza, sino porque es la Democracia la que está cuestionada por algunos, dentro y afuera de nuestras fronteras. Veremos el papel de "Chega!" en Portugal.

En un movimiento esperado los catalanes han movido la primera ficha del tablero adelantando sus elecciones previstas para el próximo año. ERC deja colgado a JUNTS, la incapacidad para acordar entre ellos nos recuerda de nuevo a Justino; la convocatoria motivada por la continua pérdida de poder e intransigencia entrambos, y no saber ponerse en el lugar del otro, les incapacita para valorar el daño y sufrimiento social que provocan; a ellos lo mismo les da, pero sí nos importa la ruptura de la convivencia pacífica. No tienen remordimiento, ni miedo, ni prudencia cuando pregonan que lo volverán a hacer, van a lo suyo, pero deberían empezar a superar lo que en el fondo es un complejo megalomaníaco respecto al resto de Estado.

Guste o no, cuando se toman decisiones de ese calado que trastocan el tablero nacional, la partida cambia de estrategia y pone al adversario en alerta. Los rivales se organizan.

Desde el año 21, elecciones autonómicas, y en el 23 elecciones generales, han variado muchas cosas. La amnistía no entraría en vigor en ningún caso antes de dos meses, lo que afectará a los candidatos que están huidos y en el caso de JUNTS, de liderazgo indeterminado, los objetivos pueden no llegar a buen puerto; Puigdemont lo sabe: se acabó Waterloo.  vuelve a disputar el liderazgo  en Cataluña a ERC. Tiempo de pelea e incertidumbre por el hartazgo y saturación de los ciudadanos a causa de la política.

Una consideración no menor: ¿Qué peso tendrán los nacionalistas tras unas nuevas elecciones?; veremos. Observar los resultados de las generales anuncian una secuela errática que hace pensar que la respuesta pueda no ser la esperada, y empeore para los nacionalistas la representación obtenida en las autonómicas de 2021.

Expectación a la espera de una encuesta solvente del "CIS catalán". ¿Habrá un avance de la ultraderecha? Sabemos que no está en su genética el diálogo, la convivencia y un espíritu democrático profundo, ni la labor de facilitar las cosas. ¿Saldrá la derecha españolista muy contagiada de radicalidad?

Lo anterior nos pilla con el ojo puesto en el 21 de abril, elecciones vascas.  El PNV y Bildu enfrentados. De nuevo Justino observa.

Otra consecuencia es el parón del presupuesto; la prórroga no ayudará a resolver las reclamaciones permanentes de asuntos sociales y económicos, algunos inaplazables, para la vida diaria de los ciudadanos.

Si nos centramos en el panorama nacional, no es que Justino esté presente es que sobrevuela cada acción de los partidos. Veamos: caso Consejo General del Poder Judicial; Reynders, Comisario europeo de Justicia, sentado en la mesa, gira su cabeza como si de un partido de tenis se tratara; ¿se marea, o se cabrea, mirando a uno y otro lado? El PP dice que está todo congelado y el PSOE dice que se avanza. El 31 de marzo Reynders se va, ¿después qué?

El PP invoca a la Comisión de Venecia para la ley de amnistía. Resultado inesperado; los socialistas se agarran a ese dictamen que no es vinculante, pero les da oxígeno, ya ha salido del Congreso.

Por cierto, ¿no hay en España sesudos expertos para todos y cada uno de los problemas y asuntos que surgen?

Las actuaciones de los padres de la patria están inspiradas en el Complejo de Empédocles; les recordamos que si saltas al volcán, parecerás un héroe, pero acabarás muerto y te recordarán como un estúpido. La carencia de miedo no debe llevar a la imprudencia; visto lo visto, nos tememos que a nuestros personajes les da lo mismo.

Volver a empezar se hace desde la ruina, lo que supone un eterno comienzo y ningún avance. Sí, todo es opinable, ¿pero destruible? Siempre hay algo útil y aprovechable en lo construido anteriormente, la permanente demolición no es de recibo. Aprendí de un viejo profesor que todo libro, por malo que fuese, te aporta alguna enseñanza: una verdad como un templo, ¿lo condenamos a la hoguera?

Recuérdense algunas imágenes de regímenes no alejados en el tiempo, ni perdidos en desiertos remotos o lejanas montañas, afanados en esa tarea: no a la cultura, no a la información. Adoradores de la oscuridad. Nacionalistas jurásicos, todos, sea cual sea su ubicación, de mente roma por causa del tabardillo mental. Ahí se sitúan quienes tienen una posición política, cultural y religiosa sobre materias que ni pueden entender ni quieren que entendamos. Este país debe dejar a Justino en las bibliotecas, pues tras 1800 años tiene un merecido descanso.

Pedimos a estos ganapanes se den a la lectura, como aconseja el filósofo Ángel Gabilondo, y dejen a los ciudadanos vivir.