Gerardo L. Martín González

El cimorro

Gerardo L. Martín González


Verdades de perogrullo

28/10/2024

Pero Grullo era un ser simple, elemental y lógico, y sus verdades eran aplastantes. ¿qué se necesita para freír un huevo? Primero: tener un huevo. ¿No es una verdad como una casa? Otro dicho que nadie puede negar, es este:  nunca pasa nada, hasta que pasa. Las verdades de Perogrullo, había que aplicarlas a nuestra política, porque por ahí a lo mejor podíamos tener una visión real y lógica de lo que está ocurriendo.
No me gusta hablar de política, me da alergia, pero quieras o no, nos afecta, me afecta y, en esta tribuna libre de opinión, voy a arriesgarme a dar la mía. Recurro de nuevo a otro dicho muy conocido, atribuido a Confucio: Cuando el sabio señala la luna, el necio mira el dedo. El dedo del político gobernante, está señalando el final de un plan, de una ruta, a todos, pero especialmente a los suyos, mas estamos obsesionados en lo inmediato, lo llamativo, que no es poco y grave, y los medios de comunicación no dejan de recordárnoslo, aunque puede haber versiones distintas dependiendo de quien lo diga y donde lo diga, ese montón de barbaridades, mentiras, corrupciones, afrentas, ofensas, delitos de todo tipo, morales, económicos, constitucionales, tantas cosas y ninguna buena, que solo enumerarlas llenaría el espacio de este articulo; y que nuestro sistema democrático lo engulle, lo tolera, y aparentemente no pasa nada, hasta que pase. En otros tiempos pasados, lo que la historia siempre y hasta hace unos ochenta años, no lo consentía, y había guerras, revueltas, levantamientos, o cabezas cortadas. Todo sea ahora por la paz, dentro de este sistema legal y democrático, aunque imperfecto, en un país donde no hay tanta hambre e injusticias como entonces, o tal vez sí, pero no debe ser suficiente para protestar o enfrentarse jugándose la vida, tal vez porque nos han ablandado, con dádivas y prebendas, con dinero que el Estado no tiene, salvo que suba impuestos o lo pida prestado, incrementando ya esa Deuda Pública que nos empobrece para el futuro como país, por aquellas cosas que podían producir un levantamiento serio, o al menos alguna revuelta callejera grave,  no  una manifestación para hacer una denuncia y dejarse ver, que no sirve para nada.
Recuerdo siendo estudiante, a un compañero argentino que además era judío, y cuando le preguntabas que era primero para él, decía, primero judío y después argentino. Y esto me conduce a pensar que los seguidores de los partidos políticos, los que de verdad lo sienten, son primero, solo tomo el ejemplo de un partido, pero es el que gobierna ahora, pero valdría para cualquiera; así, son socialistas antes que abulenses, andaluces, catalanes, o simplemente, españoles. España, como país y nación histórica, solo es un sentimiento, que está en el corazón y en la historia, mientras que la ideología está incrustada en el cerebro. Así se explica que no haya ni una protesta de ningún socialista, ni en las Cortes legislativas, ni en los congresos de partido, ni en la calle, solamente alguna vocecita de algún barón que no significa nada, porque primero es ser socialista, y después todo lo demás, aunque se hunda el mundo. Los que están en otras ideas, no son competidores ideológicos, sino enemigos a los que no se les debe dar ni agua, dedicando la mayor parte de los esfuerzos, a combatirlo, y se acepta cualquier cosa, antes que puedan gobernar los otros, es decir, la derecha. Los socialistas tienen un jefe, un tipo bien plantado, bien vestido, sonriente, que se desenvuelve bien en el extranjero, pues domina el inglés, correoso, impasible, mentiroso, torticero, que domina a la gente de su entorno, que consigue lo que quiere, sea cual sea el precio a pagar, porque antes que él, aunque también, primero es la idea a donde señala el dedo, y para ello va colocando sus peones en las administraciones y organismos estratégicos y de propaganda, y mientras tanto, disimula. Y no se ve a nadie en su partido que pueda sustituirle. Y esto ¿para qué? ¿qué puede ocurrir? Pues un cambio de Régimen, un cambio de Constitución, un cambio de Estado, que pase del actual monárquico, a una República, mas confederal que federal, por lo  que ya se ha dado, añorada casi por todos los socialistas, tras una monarquía constitucional y representativa del Estado, cuyos miembros hicieron cosas buenas y malas, pero en la memoria solo quedan las malas, los escándalos de amoríos de bragueta, con indiscreciones imperdonables, y la corrupción encubierta, que ahora se airean; solo falta un tropiezo de la actual casa monárquica, para darle la puntilla. En la hoja de ruta está en captar el mayor número de partidos y partidarios, comprándolos a cualquier precio, para que acompañen en el proceso; solo hay que subir los impuestos, o pedir préstamos, deuda ya insoportable. El influir en la mente de la sociedad en general, que el bienestar solo viene de una forma de gobernar, que está en mano de los socialistas y adláteres., con datos macroeconómicos favorables, en una sociedad adormecida y teledirigida. Cuando todo esté bien cocido, solo hace falta el último empujón, para llegar a donde señala el dedo. Y es que, como estamos distraídos y nunca pasa nada, hasta que pasa.