Gerardo L. Martín González

El cimorro

Gerardo L. Martín González


Ávila, ciudad de viejos

03/12/2024

Las estadísticas, hechas en serio, nos dan números que hay que interpretar, y según quien, se pueden manipular y dar el significado que se quiera o se busca.  Pero las matemáticas no mienten, mienten las personas. Si la estadística me dice que la ciudad de Ávila tiene algo más de 57.000 habitantes censados, me lo creo; si me dice que, de estos, una cuarta parte tiene mas de 65 años, me lo creo; si me dice que se puede llegar a tener más de cien años, hay varios ahora y pudiera haber más en poco tiempo, me lo creo. Si a esto añadimos que el número de personas menores de 16 años, es la mitad de los mayores de 65 años, tenía que preocuparnos el futuro poblacional. La pirámide de población, no es triangular, que seria el ideal, sino un huso con el centro amplio, y la base y la cúspide, muy estrechas. La primera deducción seria que Ávila es una ciudad envejecida, con un futuro preocupante, pues cualquier solución para cambiar este estado, sería a largo plazo, pues la juventud no se inventa en un plis plas, exige un tiempo; o esto pudiera estar en manos extranjeras Y no preocupa a los políticos, o tan poquito, que han resumido en la palabra "despoblación" o "vaciamiento", con soluciones infantiles y televisivas como "me vuelvo al pueblo". La política actual es cortoplacista, y cualquier partido hace cualquier cosita hoy que les mantenga en el poder, pues el futuro le ven tan lejos, que no interesa. A lo mejor, es un decir, les preocupa que las escuelas se vayan quedando vacías, sobre todo las públicas, por lo que podría solucionarse eliminando los colegios concertados, visión de profundo miope, populista y totalitaria; y esto solo es un ejemplo. Si fuéramos a otras esferas, a la que Ávila también pertenece, está el mundo del trabajo, la sanidad y la jubilación. Es estupendo trabajar menos horas, cobrar lo mas que se pueda, jubilarse anticipadamente, y tener una jubilación, es decir, cobrar sin trabajar, lo máximo posible, tantos años o más de los que se han trabajado, así como cuarenta años, que según el sistema actual de que los pasivos cobran de lo que aportan los activos en el mismo periodo, daría tal vez, que la aportación de un trabajador y su empresa, debería mantener la jubilación y sanidad de dos o tres pasivos. Y esto es imposible, es inviable, y solamente el estado lo mantiene sacando lo que haga falta de los Presupuesto Generales, que ya se hace, pero el futuro es tan negro que, o se cambia el sistema, o el Estado fracasa. ¿y alguien de cualquier partido lo está estudiando?  El Gobierno actual no, pues ya se ve su intención inmediata es suprimir MUFACE y también todas las mutualidades privadas que existen, asumiéndolas el sistema público, naturalmente con todos los depósitos que estos hubieran acumulado. Es tan imposible, que da bochorno creer que alguien lo piense, pues el colapso sería catastrófico.
Los viejos no somos tan inútiles y tontos que, como otros grupos humanos, tenemos "capacidades diferentes", y deberíamos buscar algo más útil, que la gimnasia, un baile, un cursillo de no sé qué, o un chocolate gratis, sino también útiles a otras personas. Recomiendo leer una novelita de un sueco, no la película que es flojita, titulada El abuelo que saltó por la ventana y se largó, divertida y asombrosa, de las aventuras de un anciano que iba a cumplir cien años en una residencia, con un homenaje idiota, alcalde incluido, de la coronita ridícula de papel y la tarta que se comerán otros, que le fastidiaba, y se escapó a correr unas aventuras increíbles.