Sonsoles Sánchez-Reyes

A otra luz

Sonsoles Sánchez-Reyes


Alfonso XIII, alcalde honorario de Ávila

17/01/2025

Acaban de cumplirse cien años desde que, en sesión plenaria celebrada a las 19.30 horas del 12 de enero de 1925, el Ayuntamiento abulense acordase, con un solo voto en contra, nombrar a los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia "alcaldes honorarios de Ávila".
El gesto respondía a una iniciativa, surgida días antes, del alcalde de Madrid, Fernando Suárez de Tangil y Angulo, conde de Vallellano, que el 31 de diciembre de 1924 había llevado una moción al Pleno de su Ayuntamiento, que se aprobó por unanimidad, en la que se concedía a los monarcas la distinción de alcaldes honorarios de la capital de España, e instaba a todos los consistorios del país a hacer lo mismo.
El contexto del reconocimiento era la intención de desagraviar a los soberanos tras la publicación en París de la carta-folleto del escritor Vicente Blasco Ibáñez Una nación secuestrada, en la que criticaba duramente al jefe del Estado.
El Pleno del Ayuntamiento de Ávila comenzó leyendo la carta del alcalde madrileño, continuó votando adherirse a la propuesta que se contenía en ella, y concluyó decidiendo asistir al homenaje que iba a tributarse a los reyes en Madrid el 23 de enero, día de la onomástica de Alfonso XIII, "costeándose los gastos los concejales". Iría una nutrida comisión del Pleno (alcalde, José Tomé Fernández; 13 concejales y secretario municipal, Sr. Sánchez Díaz), acompañados de los maceros con dalmáticas y de dos alguaciles vestidos con trajes de ceremonia, y portando la bandera del Regimiento de Voluntarios de la Guerra de la Independencia, la que procesiona por nuestras calles cada Corpus Christi. 
La euforia era tan grande, que El Diario de Ávila de ese día del Pleno proponía: "¿No podría darse a la Carretera de la Estación la denominación Avenida de Alfonso XIII y a la Carretera de Madrid denominarla en lo sucesivo Avenida de la Reina Victoria Eugenia?".
El evento, multitudinario, se planteaba como acto de afirmación patriótica y apoyo a la monarquía en un momento de inestabilidad política nacional. Los ciudadanos que deseasen participar en él debían solicitar previamente una tarjeta como credencial de acceso; para peticionarios de Ávila se llegaron a expedir un millar. 
El rector de la Universidad de Salamanca, Enrique Esperabé y Arteaga, dispuso que, para facilitar que la comunidad universitaria pudiera sumarse al homenaje, los días 22, 23 y 24 fueran no lectivos en los establecimientos docentes del Distrito Universitario (al que pertenece Ávila), incluyendo las escuelas públicas.
La afluencia a Madrid fue tan grande, que fue necesario habilitar trenes especiales y añadir coches a los habituales en nuestra estación. Las compañías de ferrocarriles aplicaron una rebaja del 43% a las tarifas de los viajeros a la capital del país en las jornadas aledañas a la del 23. Muchos alcaldes y concejales de la provincia se desplazaron hasta Madrid, así como el gobernador civil, Emilio Gámir Ulibarri, y representantes de la Diputación (a quienes el día 22 obsequió el rey con un almuerzo en el Hotel Ritz) y de entidades como Cruz Roja o la Cámara de Comercio.
A las 17 horas del 22 de enero, en el Palacio de Hielo de Madrid, inaugurado solo 2 años antes, se entregaron sendas insignias de alcaldes honorarios de los ayuntamientos de España al rey y la reina, costeadas por suscripción de 5 pesetas de cada consistorio, así como un álbum, lujosamente encuadernado, con un mensaje de adhesión rubricado por los primeros ediles. Acto seguido, se celebró allí mismo una merienda, correspondiendo sentarse a la izquierda del príncipe de Asturias (Alfonso de Borbón y Battenberg) al alcalde de Ávila.
El día 23, desde las 10.30, tuvo lugar el desfile monárquico, y a las 16 horas recibió el soberano en palacio a los representantes municipales. Por la noche se celebró en el Palacio Real un banquete de gala, al que el monarca invitó a 20 alcaldes, designados por sorteo: 8 de capitales de provincia, 7 de cabezas de partido y 5 de ayuntamientos rurales, siendo agraciado con uno de los puestos el alcalde de Cebreros, Sr. Solana.