Catch all party o partido atrapalotodo. Es un tipo de formación política que atrae votantes de diversos puntos de vista e ideologías. Aparecen y desaparecen con cierta frecuencia y en Ávila hace seis años apareció PorÁvila (un año antes de la pandemia). Su principal victoria fue la alcaldía de la capital donde ha revalidado su primer mandato y transita plácidamente en su segunda legislatura con una alianza con VOX hacia una tercera.
Una de las características de los partidos atrapalotodo consiste en concentrar sus energías en la competición electoral eligiendo temas que buscan un amplio consenso ciudadano. PorAvila lo encontró con solo retratar los olvidos y omisiones de hasta entonces su formación –desertaron– que venía siendo la más dominante electoralmente (echar en cara que todo lo anterior estaba mal no es suficiente para gobernar, máxime sin tener un proyecto de ciudad, pero los abulenses lo compraron). En contraposición los otros partidos –tradicionales– defienden una ideología determinada y buscan votantes que se adquieran a una ideología dependiente de la organización central de cada partido, lo que les aleja de la realidad. Y aquí radica la cuestión.
Acertar con la realidad es la diferencia entre el éxito y el fracaso. En este escenario local el alcalde supo saber leer e interpretar mejor la realidad de los ciudadanos abulenses, atrapando votos de esos otros partidos. Esta reflexión es más propia ante la cercanía de escenarios electorales (mantengo el adelanto electoral autonómico del que alguno se puede arrepentir), sin embargo, dos circunstancias recientes hacen que no lo deje para otra ocasión posterior.
PP y PSOE locales mantienen desiguales irrealidades. En pocas fechas los socialistas abulenses elegirán secretario general. Nuevo o el ya conocido. Dicen que no ha sido posible presentar una única lista y así las cosas la impresión es que siguen sin aprender. Su particular realidad requiere un profundo cambio y renovación –imagen, ideas, personas–, pues los cambios generan oportunidades, pero no parce que esta parte de la izquierda esté por la labor. El actual secretario y su equipo se presentan a una reelección con total olvido de sus fracasos electorales y rocambolescos episodios que han dividido a la formación. El partido atrapalotodo –3.000 votos prestados– se está frotando las manos.   
El pasado viernes en la presentación del libro de memorias incompletas del exalcalde Diaz de Mera este ha dejado escrito que pide al PP Ávila «presencia e influencia en las instituciones...». El veterano político detecta lo que los ciudadanos de Ávila vienen expresando en las urnas y sin duda es un mensaje nítido que interpreto con la necesidad de un mayor liderazgo, un giro y varios revulsivos que sepan saber leer la realidad, ante una base electoral que se comparte con un partido atrapalotodo que en una gran parte tiene fidelizada por el momento.