En la mañana del 8 de febrero de 1977 la Residencia Sanitaria de la Seguridad Social de Ávila, recién construida, recibía su primer ingreso, que se encontraba así en la inaudita situación de disponer de un hospital entero solo para él. Ese día inicial de actividad hospitalaria fue, por tanto, indudablemente tranquilo. Durante la noche atendieron al único enfermo los cuatro médicos que se encontraban de guardia: los doctores Constantino Benito, internista; Feliciano Blázquez, anestesiólogo; Javier Hernández, cirujano; y Juan Ignacio González de Vega, traumatólogo; junto a un equipo de practicantes, enfermeras y auxiliares.
El Diario de Ávila informaba de que, a partir del día siguiente, se habilitarían los servicios de Medicina Interna, Cirugía General, Urgencias y las demás especialidades quirúrgicas, cada uno con 32 camas, comenzando también a funcionar las consultas externas, a excepción de urología y oftalmología, por carecer aún de facultativos. Sin embargo, la inauguración protocolaria de las instalaciones no tendría lugar hasta más de un año después.
La edificación, levantada en un solar de 50.000 metros cuadrados por el que se pagaron 9 millones de pesetas, había sido recepcionada por el Instituto Nacional de Previsión provisionalmente el 20 de diciembre de 1975, en un acto que el periódico calificaba de "verdadero acontecimiento para Ávila", y a la construcción como "airoso y magnífico edificio", con 8 plantas y 435 camas, "que supone una extraordinaria mejora". La empresa que se alzó con la licitación, Laing Ibérica, S. A., había dispuesto de un plazo para la ejecución de las obras de 16 meses. La inversión rondaba los 400 millones de pesetas, a los que se sumarían unos 155 millones en material. En el inmueble se habían instalado un aljibe para un millón de litros de agua, dotado de moto-bomba, y depósitos de fuel-oil para 200.000 litros, así como un grupo electrógeno para contingencias.
La inauguración oficial del complejo hospitalario se produjo el 9 de junio de 1978, con presencia de los reyes de España, quienes a las 11.40 aterrizaron en el césped del estadio Adolfo Suárez, pilotando el propio monarca un helicóptero del Ejército del Aire. Procedían de Arenas de San Pedro, donde inmediatamente antes habían inaugurado el ambulatorio de la Seguridad Social de la localidad.
A su llegada a Ávila, los soberanos eran recibidos por el gobernador civil de la provincia, Emilio Contreras Ortega; el presidente de la Diputación, Orencio Trullén Sánchez y el alcalde de Ávila, Fernando López Muñoz. Seguidamente, en el coche real, un Mercedes 450 SL de color azul, se dirigieron a la Residencia Sanitaria de la Seguridad Social, a la que se había dado el nombre de "Nuestra Señora de Sonsoles", a cuya entrada fueron cumplimentados por su director, el Dr. Manuel Martín Marcos.
El rey procedió a descubrir una placa conmemorativa de ese solemne momento, con el texto: "SS. MM. los Reyes don Juan Carlos I y doña Sofía, inauguraron esta Residencia de la Seguridad Social el 9 de junio de 1978". Seguidamente, ambos visitaron la zona de preescolares y escolares, la Unidad de Vigilancia Intensiva y la Unidad de Enfermería General, conociendo otras dependencias, como laboratorios, capilla y salón de actos. A lo largo del trayecto tuvieron ocasión de conversar con enfermos internados y con algunos de los 600 miembros que en ese momento componían el personal.
El programa del día de la Corona en Ávila prosiguió con la inauguración de la Residencia Juvenil "Valle Amblés", la visita a la casa natal de Santa Teresa de Jesús, y el saludo a las autoridades abulenses en el Ayuntamiento, saliendo al balcón principal de la Casa Consistorial para pronunciar una alocución a los ciudadanos congregados en el Mercado Chico. Finalmente, a media tarde, los reyes visitaron la Academia de Intendencia, donde les esperaba el vicepresidente del Gobierno para Asuntos de la Defensa, teniente general Gutiérrez Mellado, antes de partir de regreso al Palacio de La Zarzuela.