El primer Concurso Hípico Nacional de Ávila se celebró del 16 al 20 de septiembre de 1960, cosechando un enorme éxito de participación y público: casi 20.000 espectadores se dieron cita a lo largo de los cinco días en las pistas habilitadas para acoger el certamen en el Campo de San Antonio, a pesar del tiempo desapacible que se registró. La modalidad deportiva era una novedad para los abulenses, pero los precios populares ayudaron a movilizar la asistencia y se consiguió una excelente entrada, con lleno total en gradas y tribuna.
En esta edición inaugural, el Concurso Hípico Nacional estaba patrocinado por el gobernador civil de la provincia, José Antonio Vaca de Osma, siendo su presidente de honor el capitán general de la Primera Región. El comité honorífico estaba integrado por los gobernadores civil y militar, el presidente de la Diputación Provincial, Ramón Hernández García, y el alcalde, Emilio Macho Alonso.
El jurado de campo estaba encabezado por el coronel Rafael García Riveras, y compuesto por tres vocales: los comandantes de la Cerda y del Val, y Fernando Moyano Aboín, siendo el director técnico Mauricio Álvarez Bohorques y el delegado de la Federación Hípica Española el teniente coronel Miguel Soto García.
Concurrieron 64 caballos, montados por jinetes de toda España, disputándose 9 copas que en total estaban dotadas de 43.000 pesetas de la época en premios. Los trofeos fueron expuestos en las jornadas anteriores a la competición en el escaparate de un céntrico establecimiento, para que la población pudiera verlos de cerca y así crear expectación.
Las copas en liza eran las siguientes: día 16, del comandante Pintó (3.000 pesetas) y del gobernador militar (6.000 pesetas). Día 17, del Asocio de Ávila (3.000 pesetas) y Nacional (6.000 pesetas). Día 18, de Honor (copa y trofeo, indispensable para optar al Gran Premio). Día 19, de la Diputación (3.000 pesetas) y del Ayuntamiento de Ávila (7.500 pesetas). Y día 20, del capitán general (3.000 pesetas) y "Gran Premio de Ávila" (11.500 pesetas).
El comandante Pintó, en cuyo honor se denominaba una prueba, era un jinete fallecido en accidente durante el Concurso Hípico de Niza. El sábado 17 de septiembre se dio comienzo a la jornada con una misa matinal celebrada en el Monasterio de Santo Tomás por el capellán de la Academia de Intendencia, comandante Peyret, aplicada por el eterno descanso del difunto, acto al que acudieron todos los concursantes.
En el momento postrero y culminante del Primer Concurso Hípico Nacional de nuestra ciudad, 19 caballos luchaban por alzarse con el Gran Premio de Ávila, en cuyo recorrido la altura de los obstáculos era la mayor del certamen: un metro cuarenta el máximo y uno veinte el mínimo. El capitán Nardiz, sobre "Ixión", se proclamaba ganador y recibía la copa de manos del gobernador civil.
Al final de cada día del programa, las diversas administraciones, sucesivamente, habían obsequiado a los contendientes: en el salón del Palacio Consistorial, el Ayuntamiento les ofreció una degustación de vino cebrereño; en el de la Diputación Provincial, fueron agasajados por la Corporación; en el Gobierno Civil les homenajearon con un lunch, y a la clausura, la duquesa de Valencia dispuso en su residencia un ágape para los concursantes y cuantiosos invitados, que recorrieron el palacio admirando sus valiosas colecciones.
Las casetas de apuestas congregaron a numerosos abulenses, "llegándose a recaudar cantidades muy considerables que han permitido pagar a los acertantes muy buenos dividendos", según el Diario de Ávila, que añadía: "El elemento femenino, desde el primer día, llevó la voz cantante en esta cuestión".
El periódico recogía que el torneo había resultado "un rotundo triunfo", obteniendo "una gran resonancia nacional", y el público lo había estado "siguiendo con verdadero interés". Concluía: "Ávila será siempre magnifico escenario para cuantos acontecimientos de categoría quieran organizarse".
Para sortear el inconveniente de la posible climatología adversa en las ediciones posteriores, el Concurso Hípico adelantaría algunos días su calendario.