Esta semana hemos conocido la incorporación de otro de los municipios de la provincia a "Pueblos Mágicos de España", una organización que pretende el desarrollo turístico y territorial de las poblaciones que se adhieren. Me he puesto en contacto con la entidad y me reconocen que el municipio, como muchos de los 8.132 de toda España, ya era mágico, pero había que corroborarlo a partir de 2025.
Son siete los pueblos mágicos de la provincia de Ávila: Arévalo, El Tiemblo, La Adrada, Mombeltrán, Piedralaves y Madrigal de las Altas Torres, a los que se suma Las Navas del Marqués con un sello de calidad, un valor añadido que le hace diferenciador, con una singularidad especial y que se incluye en esta red para «enriquecer el patrimonio cultural, histórico y natural, así como las tradiciones y el legado».
El turismo es una herramienta clave y estratégica para todos estos municipios y el hecho de verse en uno de estos grupos VIP se debe a que han ido haciendo bien sus deberes, con planificación a corto, medio y largo plazo. Se trata de municipios con riqueza patrimonial, artística, gastronómica y hostelera, lo que les hace merecer estos distintivos y algunos más. Sin embargo, como le ocurre a la capital con la declaración de Ciudad Patrimonio de la Humanidad, poseer este tipo de estándares tiene que suponer no bajar la guardia y estar en todos los detalles.
Quiero hoy destacar a algunos de los culpables de esta catalogación mágica, en la que ha creído el Ayuntamiento de Las Navas del Marqués dejándose conducir con la marca Turismo Las Navas de la mano de Isabel Sánchez Tejado. Desde fuera, se ven actividades que corresponden a una buena gestión del área, siendo municipio también Starlight desde el año 2022. El Festival Internacional de Música, las rutas de senderismo que circundan el término, a las que se unen las de los árboles singulares y escritores ilustres, las jornadas micológicas, las representaciones de la guerra civil y otras actividades terminan consiguiendo este tipo de méritos, como también sucede en las fechas navideñas, con un mercado y concursos de decoración que hacen disfrutar de la Navidad de una manera especial.
Pero, como digo, cuando el listón se pone alto, hay una serie de mejoras que acometer, y estoy seguro de que se están planteando. Hacen falta plazas hoteleras: o bien el hotel cerrado desde hace años, el Castillo de Magalia o las casas y establecimientos rurales, deben completar esa carencia. Hay que ampliar las visitas guiadas y la apertura de los monumentos más significativos, como es el caso del propio palacio, el Convento de San Pablo y el resto de los templos. Hay elementos, como la atalaya de Eiffel, convertidos en un icono del turismo de la zona, y todos nos la jugamos saltando la valla del recinto, puesto que está prohibido acceder.
Seguro que estos pormenores quedarán felizmente resueltos y, el día que podamos contemplar una de las mayores joyas patrimoniales en su ubicación original, o bien una copia al uso, y me estoy refiriendo a la lauda en bronce de los marqueses de Las Navas, la localidad será mucho más recordada.
Ser un pueblo mágico supone integrarse también en una serie de rutas temáticas, como las que dispone la red, a través de circuitos por toda España, teniendo en cuenta los más cercanos entre sí. La gran ventaja que ha tenido Las Navas del Marqués con su inclusión ha sido que podrá tener dos vecinos recién llegados catalogados como tal, en un margen de apenas 40 y 24 kilómetros, como son San Martín de Valdeiglesias y San Lorenzo de El Escorial.
Por todo ello, felicidades a los que han hecho posible la magia y a seguir disfrutando de los encantos de una villa que empieza a estar donde merece.