Pronto se cumplirán cincuenta años del momento en que se produjo la integración en el término municipal de Ávila de varias localidades de la provincia que, desde entonces, pasaron a convertirse en barrios anexionados de la capital.
El 26 de febrero de 1976, por Decreto del Ministerio de la Gobernación (siendo titular de la cartera Manuel Fraga Iribarne), se aprobaba la incorporación de los municipios de Vicolozano, Narrillos de San Leonardo, La Alamedilla del Berrocal y Aldea del Rey Niño al de Ávila. Hasta el 2 de julio de 1916, La Alamedilla del Berrocal se había denominado La Alamedilla, y Aldea de Rey Niño se llamaba Aldea del Rey. La ley exigía para su anexión que los municipios fueran limítrofes con el de Ávila, lo que se cumplía, ya que aunque La Alamedilla del Berrocal no es colindante directamente, lo es con Narrillos de San Leonardo, no produciéndose en el nuevo término municipal de Ávila solución de continuidad.
Los cuatro ayuntamientos habían acordado solicitar la incorporación de sus municipios al de Ávila, en base a razones que se recogían en el Boletín Oficial del Estado: "vinculación con la capital, que absorbe su producción agrícola y ganadera y adonde se traslada la población laboral para prestar su trabajo, facilidad de comunicaciones, y especialmente debido a la insuficiencia económica, financiera y técnica de que adolecen dichos municipios para la prestación de los servicios mínimos obligatorios, que podrán ser atendidos por el Municipio de la capital". La Corporación abulense acordó aceptar la incorporación de los cuatro municipios.
Comisiones formadas por los Ayuntamientos redactaron las bases de incorporación, aprobadas por todas las respectivas Corporaciones municipales, que regulan el régimen patrimonial de los municipios incorporados e instituyen Juntas Locales, con funciones de representación, gestión de los intereses de los núcleos y colaboración con el Ayuntamiento de la capital. Los expedientes se tramitaron acumuladamente, dada su conexión, sin presentarse reclamaciones durante el trámite de información pública a que estuvieron sometidos los acuerdos.
La Diputación Provincial y el Gobierno Civil de nuestra provincia informaron los expedientes favorablemente, estimando correctas las bases acordadas para garantizar los derechos e intereses de los vecinos. Y finalmente, fueron también conformes los dicta?menes emitidos por la Direccio?n General de Administracio?n Local y Comisio?n Permanente del Consejo de Estado, a propuesta del Ministro de la Gobernacio?n y previa deliberacio?n del Consejo de Ministros, presidido por Carlos Arias Navarro, en su reunio?n de 20 de febrero de 1976.
Meses después, el 23 de diciembre de 1976, siendo igualmente alcalde de Ávila Fernando López Muñoz, tuvieron lugar dos nuevas agregaciones de sendos municipios al abulense, por Real Decreto del Ministerio de la Gobernación (siendo el ministro Rodolfo Martin Villa). Los Ayuntamientos de Urraca-Miguel y Bernuy-Salinero acordaron solicitar la incorporación de sus municipios al limítrofe de Ávila, según los motivos esgrimidos en el BOE: "carecer de población suficiente y de medios económicos para atender los servicios municipales de su competencia". Bernuy-Salinero se había llamado Bernui Salinero hasta el censo de 1857, y Urraca-Miguel se denominaba Urraca hasta el censo de 1860.
El Ayuntamiento de Ávila acordó aceptar la incorporación solicitada por ambos municipios. Sustanciado el expediente sin reclamaciones durante el trámite de información pública, obtuvieron informes favorables de la Diputación Provincial y del Gobernador civil. Se dio la circunstancia de que en esta ocasión el Consejo de Ministros que aprobó la integración estaba presidido por un abulense, Adolfo Suárez González.