«Si no hay oncólogos, que los pinten» (M.A. Nieto, alcalde de Ávila. Noviembre 2008).  No había excusas para que «un solo ciudadano enfermo esté pendiente de que haya o no médicos». Palabras plausibles de un político local hacia su propia formación que gobernaba la región. La solución, aun así, fue lenta y dio origen más tarde a la petición–rebelión– de la sociedad civil abulense que contaba con la fuerza de la razón para contar con unidad propia de radiología que este año es una realidad. 
La unidad de ictus –neurología– recobra otra brecha sanitaria. Ávila es una de las cuatro provincias castellanas sin ella y una de las ocho nacionales. Los plenos de la Diputación Provincial y Ayuntamiento de manera unánime votaron hace días a favor de esa unidad de ictus. En las Cortes Regionales, sin embargo, los procuradores por esta circunscripción tanto del PP como de Vox votaron en contra. Desconcertante, incalificable y mal explicadas unas posturas que sin embargo afirman querer esa unidad en Ávila. Argumentos a favor y en contra puede haber, menos cuando estos solo son por mera subsistencia política, o un mediocre meritoriaje. Si las principales administraciones abulenses han coincidido en pedir lo mismo, o falta coordinación, o falta coherencia, o falta honradez. 
En muchas ocasiones el político debe ser como Jefferson Smith (James Stewart) en 'Caballero sin espada'. De esto va lo democracia cuando uno es elegido (más de un cargo es parte de la raíz del problema) en las urnas como representante municipal, autonómico o nacional, donde antes que el color del partido, se debería anteponer el dolor del votante, pero esa política –anglosajona– no está vigente. No se pueden tener dos visiones distintas de un mismo asunto en función de donde esté el centro de las decisiones. La falta de riego sanguíneo es una seria adversidad. 
El camino a recorrer quiero suponer sea parecido a la causa de la radioterapia, pero en menor tiempo. Sin embargo, la batalla política en la Capital, donde populismo y ventajismo se utiliza para retratar a los adversarios va a convertir esta unidad asistencial en un nuevo episodio de reproches sin solución.