Sonsoles Sánchez-Reyes

A otra luz

Sonsoles Sánchez-Reyes


El Colegio de Huérfanos (II)

22/07/2024

El Diario de Ávila del 24 de enero de 1945 anunciaba que "para marzo o abril" se pondría la primera piedra del Colegio de Huérfanos de Ferroviarios, "un edificio colosal", con "todos los servicios adecuados" y "dotado de los más modernos adelantos, por ejemplo ascensores", cuyos planos, elaborados por el arquitecto Francisco Alonso Martos, se elevarían en breve a exposición pública en el Ayuntamiento de la capital. Se calculaba en aquel momento que el número de huérfanos de ferroviarios en España era de cinco mil.
Y efectivamente, el acto solemne de colocación de la primera piedra tuvo lugar el 26 de abril de ese año, a las 12 horas. Las autoridades abulenses provinciales y locales y los representantes de RENFE y de la Asociación General de Huérfanos de Ferroviarios firmaron el acta, depositándose en una cajita de hierro junto con unas monedas, para ponerla en el hueco que tenía en su parte superior la piedra que había de colocarse, con la bendición del secretario canciller del Obispado, Castor Robledo, y a los acordes del himno nacional interpretado por la banda municipal, dirigida por el maestro Navarro.
Tras un almuerzo para ambas representaciones en el Hotel Continental, a las 4.30 de la tarde autoridades y abulenses asistieron a la proyección de una película sobre la vida en los Colegios de Huérfanos de Ferroviarios, "admirable alarde de pedagógicos adelantos", llenando el Teatro Principal.
Pocos días después, el Diario del 19 de mayo recogía que salían a concurso las obras de movimiento de tierras, hormigón armado y albañilería para la construcción del Colegio de Huérfanos de Ferroviarios, y el 15 de septiembre su adjudicación a la Sociedad Pérez Cela.
El colegio de Ávila sería masculino, en régimen de internado, para muchachos de entre 8 y 18 años. En la primera planta se distribuían diversos servicios, como un gimnasio con piscina cubierta. En la segunda las aulas, el comedor y la capilla, que podía convertirse en salón de actos. En el tercer y cuarto piso los dormitorios, siendo los de la planta superior individuales, reservados para chicos delicados de salud.