Sonsoles Sánchez-Reyes

A otra luz

Sonsoles Sánchez-Reyes


El accidente ferroviario de Navalgrande

07/02/2025

El Diario de Ávila de 20 de febrero de 1924 se hacía eco de una catástrofe ferroviaria ocurrida esa misma mañana a 1 km. de la estación de Navalgrande, en el punto kilométrico 102 de la línea férrea Madrid-Hendaya, junto a El Herradón de Pinares. Los detalles eran aún confusos e incompletos, ampliándose la información en la edición de los días siguientes.
Todo sucedió cuando el tren mixto nº 31, que llevaba la prensa de Madrid a Ávila y tenía su llegada a la capital abulense a las 11.48, quedó bloqueado en Navalgrande por la enorme cantidad de nieve acumulada en la vía. Al no funcionar los telégrafos, no hubo manera de avisar de la incidencia al tren tranvía 2025, que tenía prevista su llegada a Ávila a las 12.30. Este, al entrar en la estación de Navalgrande a la hora y velocidad acostumbradas, impactó con el ferrocarril detenido. Mientras el tranvía apenas sufrió daños -solo la máquina perdió las cuatro ruedas delanteras y resultó incrustada entre la tierra y la nieve-, la fuerte colisión convirtió en un montón de astillas a varios de los vagones del tren mixto, y la violencia del choque lanzó el último de ellos a más de tres metros de distancia. 
El conductor del tren 31, Toribio Ruiz Domingo, que viajaba en este último vagón, salió despedido del mismo, según el Diario "salvándose milagrosamente, no explicándose cómo ni por dónde pudo verse fuera del coche sufriendo solamente heridas leves".
Los viajeros ilesos comenzaron a prestar los primeros auxilios a los lesionados, "sacándoles de entre los restos de los coches y vendándoles las heridas como buenamente podían con pañuelos y trozos de telas", reseñaba el rotativo, mientras otros pasajeros se trasladaban a la estación de Navalgrande a pedir ayuda. El personal de allí se desplazó hasta la escena para socorrer a los damnificados. La tarea se veía dificultada por la importante nevada caída y el frío intenso de las ventiscas.
Se produjeron entre los pasajeros cuatro víctimas mortales y cinco heridos de cierta consideración. En un primer momento los fallecidos contabilizados eran tres: el interventor del tren mixto, Sr. Meléndez, que había montado minutos antes, en la estación de La Cañada; el ordenanza del sobrestante de la vía de Sanchidrián, Nicasio Fernández González; y el vecino de Navalperal de Pinares, Fructuoso Palomo.
Tan pronto llegó noticia del accidente a Ávila, se organizaron los auxilios, partiendo a las 15 horas en un tren de socorro, con material sanitario y de obras, el Gobernador civil, José Mohíno Toribio, con los médicos auxiliar de la Brigada Sanitaria, Teodoro González, y de la Compañía, Tomás Martín Blázquez; practicantes y camilleros de la Cruz Roja; Guardia Civil, Policía, personal técnico y obreros del ferrocarril y de telégrafos, siendo acompañados por un redactor del periódico local. Una vez en Navalgrande, los sanitarios atendieron de urgencia a los heridos y los trasladaron inmediatamente al Hospital Provincial de Ávila. Los andenes de la estación abulense estaban atestados para recibir a los afectados, encontrándose allí el alcalde, José Tomé Fernández, junto a algunos concejales.
En un segundo trayecto, el tren de socorro llevó hasta Ávila a los viajeros de los dos vehículos siniestrados, llegando a las 19.45 horas. En la estación, igualmente, se agolpaba el gentío esperándoles. En el lugar de la catástrofe, los técnicos de la Compañía se afanaban en reabrir la vía, calculando que tardaría de 14 a 16 horas en volver a ser funcional.
A las ocho de la mañana del día siguiente, 21 de febrero, fallecía en el Hospital Provincial la cuarta víctima, el suboficial del Ejército Evencio Vidal Cacho, que pertenecía al Regimiento de Infantería de Saboya, contaba 36 años, era casado y tenía 3 hijas. Estaba de guarnición en la ciudad africana de Larache y tenía licencia de unos días para ver a su familia en su municipio de la provincia de Valladolid. En la capilla del hospital se celebró en la mañana del 22 de febrero un funeral en su honor, acto al que asistieron las autoridades y numerosos representantes de la sociedad abulense.