Los partidos tienen como objetivo principal ostentar el poder político. Una moción de censura –infrecuentes– es una de las formas de hacerlo. En Ávila capital sería la primera vez (en la Diputación Provincial hubo en 1993 y en 2019) que una moción expulse al alcalde de su sillón. Para ello PP, PSOE y VOX deberían presentar un candidato y un programa. PorÁvila dicen estar tranquilos (Rajoy también lo estuvo) pues la ven inverosímil. 
El PP peregrina hacia ocho años sin gobernar la capital (los intereses y la estrategia del partido están más en lo rural y sin cambios). El PSOE lleva casi cuarenta años sin que sus políticas sean una realidad en Ávila y habiendo podido gobernar en otros momentos (coalición 2015) nadie ha explicado por quó no se dio el paso. VOX, recién llegado, sin aspiraciones de gobernanza y en caída libre solo puede apoyar un acuerdo y conseguir que alguna de sus ideas para Ávila se hagan realidad. Argumentos y utilidades habría para los tres grupos.
Se requiere valentía, pues las fórmulas para ello pueden ser varias. El candidato de consenso puede ser una dificultad –salvable–. No debería ser muy complicado consensuar un programa de actuaciones para los intereses de Ávila para los próximos tres años con un reparto de áreas de gestión con amplia libertad de decisiones. Tan sencillo como repasar los programas electorales que presentaron y poner en una cuartilla diez propuestas realizables para Ávila. Pueden partir de lo que les une que es no subir impuestos. 
Ponerse de acuerdo mejoraría la imagen de compromiso de esas formaciones y el cambio traería nuevas oportunidades a una ciudad estancada. Soy consciente de las notables diferencias ideológicas –personales al margen–, pero deberían relegarse pues esto va de intereses y servicios públicos locales. No aprovechar la oportunidad –para que haber llegado hasta aquí– es negar la existencia propia de los partidos políticos, además de ir en contra de lo que, enunciativamente, desde Ávila se quiere exportar como cuna del consenso. Dejar pasar esta página transmitiría debilidad y aventuraría que el actual alcalde y su formación repetirán en 2027.